El clubhouse de los Filis estaba listo para una fiesta este domingo en el Citizens Bank Park. Las lonas de plástico, las gorras y las camisetas de campeones del Este de la Liga Nacional aguardaban en cajas, a la espera de ser estrenadas. Sin embargo, la celebración tuvo que posponerse.
Aunque el equipo cayó derrotado 10-3 ante los Reales de Kansas City, la derrota de los Gigantes frente a los Dodgers en Los Ángeles más tarde ese mismo día aseguró matemáticamente a los Filis un puesto en la postemporada.
El guion parecía escrito desde temprano. Kyle Schwarber abrió la primera entrada con su cuadrangular número 52 de la temporada y, apenas dos turnos después, J.T. Realmuto sumó otro batazo de vuelta entera. En la lomita, Aaron Nola dominó a los primeros nueve bateadores rivales y mantuvo el cero en las primeras cuatro entradas.
Pero lo que pintaba para una tarde de gloria en casa se convirtió en pesadilla. Nola fue castigado con seis carreras en los innings intermedios, y la ofensiva perdió el ritmo en medio de una remontada imparable de Kansas City. El revés cortó una racha de seis triunfos consecutivos.
Pese a la derrota, el público permaneció en las gradas luego del último out, pendiente del marcador en el duelo Mets–Rangers transmitido en la pantalla gigante del estadio. Los jugadores, por su parte, siguieron el desenlace desde el clubhouse, todavía con la ilusión de sellar el título divisional.
La ilusión se esfumó cuando Pete Alonso, con un jonrón de tres carreras, dejó tendidos a los Rangers en extrainnings y mantuvo con vida a Nueva York. El Este de la Liga Nacional, por tanto, tendrá que esperar un día más.
“Queríamos que fuera un día especial, pero nos quedamos cortos”, admitió Schwarber tras el encuentro.
El mánager Rob Thomson también se mostró sereno: “Hubiera sido lindo coronarse en casa, pero no sucedió. Hay que seguir adelante”.
Con el número mágico en uno, Filadelfia se prepara ahora para un viaje trascendental a la costa oeste. Este lunes inician en Los Ángeles una serie de tres partidos frente a los Dodgers, donde buscarán, esta vez sí, desatar el champán.