
Ippei Mizuhara, quien fuera el intérprete de la superestrella de los Dodgers de Los Ángeles, Shohei Ohtani, ha sido sentenciado a casi cinco años de prisión tras declararse culpable de cargos relacionados con el robo de millones de dólares de la cuenta bancaria del jugador de béisbol.
Además de la pena de prisión, Mizuhara deberá pagar una restitución de más de 18 millones de dólares, la mayor parte destinada a Ohtani y el resto al Servicio de Impuestos Internos.
El juez federal a cargo del caso determinó que Mizuhara debe entregarse el 24 de marzo para comenzar a cumplir su condena. Tras su liberación, deberá cumplir tres años de libertad supervisada. Mizuhara admitió su culpabilidad el año pasado por cargos de fraude bancario y presentación de una declaración de impuestos falsa, luego de haber desviado casi 17 millones de dólares de la cuenta de Ohtani para saldar deudas de juego y adquirir valiosas tarjetas de béisbol.
Los fiscales han enfatizado que Ohtani fue víctima de las acciones de Mizuhara y que nunca estuvo involucrado en apuestas deportivas, especialmente en el béisbol. Calificaron el comportamiento de Mizuhara como "desvergonzado", destacando que se aprovechó de la confianza de Ohtani, un hablante no nativo de inglés que recién comenzaba su carrera en las Grandes Ligas.
Aunque Mizuhara enfrentaba una pena máxima de 30 años de prisión, los fiscales federales solicitaron una sentencia menor, argumentando que Mizuhara es un adicto al juego que cometió un "terrible error" y que ha asumido la responsabilidad por sus actos. La defensa de Mizuhara también solicitó clemencia, mencionando su arrepentimiento y admiración por Ohtani.
Después de cumplir su condena, Mizuhara, quien nació en Japón pero se mudó a Estados Unidos cuando era niño, podría enfrentar una deportación. El fiscal federal interino, Joseph McNally, explicó que, al perder su estatus legal tras la condena, Mizuhara podría ser deportado de inmediato, aunque no está seguro de cómo se desarrollará este proceso en su caso específico.
Durante la audiencia de sentencia, Mizuhara se disculpó con Ohtani y expresó su arrepentimiento, reconociendo que su error lo afectará de por vida. Su abogado se abstuvo de hacer comentarios después de la sentencia.
Este caso ha generado gran atención mediática, especialmente tras conocerse que Mizuhara acompañó a Ohtani y a los Dodgers en sus juegos inaugurales en Seúl, Corea del Sur, antes de ser despedido al revelarse la investigación federal en su contra. A pesar de este escándalo, Ohtani y los Dodgers lograron ganar la Serie Mundial meses después, un triunfo que marcó el primer desfile de la victoria del equipo desde 1988.