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El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ordenó este miércoles a la Universidad de Harvard entregar documentación relacionada con sus estudiantes extranjeros, tras acusar a la institución de negarse a colaborar en requerimientos previos.
La solicitud se formalizó mediante un requerimiento administrativo emitido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), entidad que forma parte del DHS, y abarca información considerada “relevante” para la aplicación de las leyes migratorias desde el 1 de enero de 2020.
Según un comunicado del DHS, el requerimiento surge luego de que Harvard presuntamente se negara a entregar voluntariamente los datos solicitados en ocasiones anteriores. La secretaria adjunta del organismo, Tricia McLaughlin, afirmó que la universidad ha permitido que algunos estudiantes extranjeros “abusen de sus privilegios de visado” y realicen expresiones que, según dijo, “defienden la violencia y el terrorismo en los campus”.
Harvard es una de las universidades que han visto amenazada su financiación por los informes del ‘Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo’, creado por Trump, en los que es acusada de aplicar políticas de ‘discriminación positiva’ y no dar cabida a lo que el Gobierno califica como «diversidad de ideas».
El Gobierno ya tiene datos de los estudiantes extranjeros
El diario universitario Harvard Crimson señaló este miércoles que la universidad entregó en abril y mayo documentación relacionada con los estudiantes extranjeros, pero el Gobierno la consideró insuficiente y por eso ordenó prohibir sus programas de intercambio y vetar a los estudiantes y académicos foráneos.
La universidad denunció en junio ante un tribunal ese veto del Gobierno de Trump, y ese mismo mes una jueza federal bloqueó indefinidamente su ejecución mientras continúa el litigio.
Un portavoz de Harvard expresó hoy su compromiso con la ley, pero calificó los requerimientos del DHS de «injustificados» y de «represalias» por reivindicar su autonomía frente a las «extralimitaciones» del Gobierno respecto «a quién pueden admitir y contratar las universidades privadas, y qué pueden enseñar».
Harvard también denunció en abril al Gobierno de Trump con el fin de recuperar su financiación federal, en torno a unos 2.000 millones de dólares que están congelados por incurrir en supuestas conductas antisemitas.
El DHS, en su comunicado de hoy, aseguró que el requerimiento administrativo era su «única opción» para forzar a Harvard a entregarle los documentos que quiere, e instó a otras instituciones académicas a las que ha pedido lo mismo a «tomar nota de las acciones de Harvard y las repercusiones».