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Mike Benz, exfuncionario del Departamento de Estado de EE.UU., afirmó en una entrevista con Tucker Carlson que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) jugó un papel crucial en "básicamente" sostener el suministro mundial de heroína, gran parte de la cual provenía de Afganistán.
Según Benz, USAID, junto con el Instituto para la Paz de EE.UU., contribuyó a mantener el flujo de heroína al advertir a los talibanes en 2023 sobre el impacto económico y humanitario de cerrar los campos de amapolas.
Asimismo, Benz señaló que, aunque el Instituto recibe 56 millones de dólares anuales, USAID maneja 44,000 millones y ambos operan bajo una visión cohesiva de la política exterior estadounidense en Afganistán.
Según sus palabras, mientras el Instituto fomentaba la continuidad del tráfico de heroína, USAID estaba involucrada en la siembra de los campos de amapolas para garantizar la producción de la droga.
Este tema generó críticas tanto en el ámbito político como empresarial, con figuras como el expresidente Donald Trump y Elon Musk calificando a la USAID de corrupta y acusándola de ser una organización con prácticas fraudulentas y con vínculos con intereses radicales.