En la comunidad Cambita Garabitos, en San Cristóbal, los estudiantes del Centro Educativo Daniel Enríquez de la Cruz iniciarán el nuevo año escolar 2025-2026 enfrentando las mismas dificultades con que concluyeron el ciclo anterior.
El acceso al plantel continúa siendo un desafío diario, ya que deben atravesar una calle sin asfaltar que cuando llueve se convierte en un lodazal, además del peligro de cruzar un río, lo que atenta contra la seguridad de los estudiantes y de toda la comunidad que queda incomunicada cuando crecen las aguas.
Según los datos recogidos por Listín Diario, la situación no es nueva. La construcción de esta vía se remonta a hace aproximadamente 45 años, cuando el entonces presidente Antonio Guzmán inició los trabajos.
Posteriormente, durante la gestión de Joaquín Balaguer, las obras fueron retomadas, aunque sin concluirse. En 2022, bajo el mandato del presidente Luis Abinader, se anunció la reanudación del proyecto, pero los avances han sido escasos.
José de la Cruz, residente de la comunidad, explicó que los ingenieros asignados a la obra estuvieron presentes en un inicio, pero con un progreso muy limitado. “Tres años después, persiste la misma problemática”, lamentó, señalando que actualmente los trabajos permanecen paralizados.
El cruce del río que comunica al Majagual con Manomatuey Abajo se ha convertido en la única opción para quienes necesitan llegar a la escuela o trasladarse a sus empleos. “Cuando cae un poco de agua, le quita el paso total”, expresó De la Cruz, al referirse al peligro que supone el desbordamiento de las aguas.
El comunitario agregó que, en días de lluvia, los estudiantes no asisten a clases por temor a ser arrastrados por la corriente. Esta situación no solo afecta la asistencia escolar, sino también la movilidad de los residentes que dependen del paso para realizar sus labores cotidianas.
Ante esta realidad, los habitantes de Gámbita Garabitos solicitan a las autoridades la construcción urgente de un puente que permita transitar sin riesgos.
Consideran que, aunque han perdido la esperanza de ver finalizada la carretera, al menos un puente garantizaría que los jóvenes puedan asistir a clases con seguridad cuando inicie el año escolar el próximo 25 de agosto.