A ritmo de sus merengues más emblemáticos, el pueblo de San Francisco de Macorís despidió este martes a su hijo querido, el músico y cantante Henry Hierro, quien falleció el lunes 3 de noviembre a los 70 años de edad.
El velatorio y posterior sepelio se desarrollaron en un ambiente de profunda nostalgia y respeto, según reseñó el medio francomacorisano Agenda 56 en sus redes sociales.
Durante el recorrido fúnebre hacia el cementerio, una extensa caravana de vehículos y personas acompañó el cortejo en señal de gratitud y cariño. Medios locales destacaron que el pueblo se volcó a las calles para despedir al fundador, junto a Víctor Roque, de la legendaria agrupación La Gran Manzana, ícono del merengue en los años 80 y 90.
La Eucaristía de cuerpo presente se llevó a cabo en la parroquia La Sagrada Familia, en el sector Villa Olímpica, y fue presidida por monseñor Francisco Ozoria, arzobispo de Santo Domingo.
Posteriormente, el cortejo recorrió varias calles de la ciudad y llegó hasta la sede de la alcaldía antes de continuar hacia el cementerio municipal.
Compañeros del ámbito artístico destacaron no solo su talento, sino también su calidad humana y su compromiso con la formación de nuevos talentos. Henry Hierro fue recordado como un hombre solidario, con un espíritu de servicio y una disposición constante a colaborar sin esperar retribución.
Además de su legado musical, fue reconocido por su labor docente en la escuela Divina Providencia, donde contribuyó a la formación de jóvenes músicos. Su influencia trascendió los escenarios, convirtiéndose en un ejemplo de humildad y entrega al arte dominicano.
El sepelio reunió a una amplia representación del arte nacional. Entre los presentes se destacaron su excompañero Víctor Roque, las cantantes Diomary La Mala, Giovanna, Adalgisa Pantaleón y Jossie Esteban, quienes compartieron anécdotas y palabras de admiración.
Todos coincidieron en que Henry Hierro deja un vacío irreemplazable en la música popular dominicana.