
La República Dominicana reporta 4,286 casos de embarazos adolescentes durante el primer trimestre de 2025, lo que refleja una reducción del 4.42% en comparación con los 4,484 casos del mismo periodo en 2024, según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Desde 2017, los embarazos adolescentes han disminuido de un pico cercano a 6,500 casos a los actuales 4,286, mostrando un descenso constante, aunque el ritmo de esta disminución se ha desacelerado en los últimos dos años. De los embarazos registrados, el 94.68% corresponde a adolescentes de 15 a 19 años (4,058 casos), mientras que el 5.32% (228 casos) son de menores de 15 años, un grupo que requiere atención urgente.
El fenómeno se manifiesta de manera más acentuada en áreas rurales y fronterizas. Pedernales lidera la lista con el 26.57% de sus embarazos en menores de 20 años, seguida de:
Estas cifras indican que el problema se concentra en el noroeste del país y en provincias con menor desarrollo urbano.
De los 3,901 partos registrados (sin incluir abortos), el 47.74% (2,046 casos) fueron partos vaginales, 43.28% (1,885) cesáreas y 8.98% (385 casos) abortos, lo que representa un aumento del 6.65% en comparación con el año anterior. Este incremento en abortos y cesáreas plantea desafíos adicionales para la salud pública y la educación sexual.
Del total de partos, 70.34% fueron adolescentes dominicanas (2,744), 29.58% haitianas (1,154) y menos del 1% a otras nacionalidades (3 casos). La alta proporción de gestantes haitianas subraya la necesidad de incluir el fenómeno migratorio en las políticas de salud juvenil, especialmente en las zonas fronterizas.
Aunque se observa una leve reducción interanual, el embarazo en adolescentes sigue representando cerca de uno de cada cinco partos en el país (18.88%). La concentración del problema en provincias rurales y fronterizas, junto con el aumento de cesáreas y abortos, evidencia la necesidad de mejorar la educación sexual integral, el acceso a métodos anticonceptivos, la prevención de la violencia sexual y las oportunidades socioeconómicas para las jóvenes.
El Ministerio de Salud Pública recomienda reforzar los programas de salud reproductiva y colaborar con instituciones educativas, de protección social y actores comunitarios para mantener y acelerar la tendencia a la baja en los próximos años.