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El Papa León XIV utilizó su primer mensaje de Navidad como pontífice para hacer un fuerte llamado a la paz y el diálogo entre los líderes mundiales. En un discurso dirigido a miles de fieles desde el balcón de la Basílica de San Pedro, León pidió “paz y consuelo para las víctimas de todas las guerras” y expresó su solidaridad con aquellos que sufren a causa de la injusticia, la persecución religiosa y el terrorismo.
El Papa hizo eco de las preocupaciones de su predecesor, el Papa Francisco, y destacó la importancia de proteger a los refugiados, las víctimas de desastres climáticos, los desempleados y los explotados. En particular, instó a los líderes de América Latina a entablar un “diálogo por el bien común” en medio de las tensiones políticas y la creciente presencia militar estadounidense en la región.
León también llamó a un diálogo “respetuoso” en Europa, particularmente en el contexto de la guerra en Ucrania, pidiendo a las partes involucradas que encuentren el valor para negociar de manera sincera y directa.
Con una postura más prudente que la de Francisco, León evitó mencionar a líderes políticos por su nombre, pero en su discurso reflejó su preocupación por las tensiones globales, especialmente en temas como la migración y el cambio climático. Durante la Misa de Navidad en la Basílica, el Papa recordó las difíciles condiciones que enfrentan los refugiados y desplazados, citando las “tiendas de Gaza” y otros refugios de personas sin hogar en todo el mundo.
En cuanto a la guerra en Ucrania, el Papa expresó su tristeza por el rechazo de Rusia a la petición de un alto el fuego durante las festividades navideñas. “Es doloroso ver cómo se prolonga este conflicto”, dijo, subrayando la importancia de una resolución pacífica que incluya a todas las partes implicadas.
León también abordó los retos internos del Vaticano, adoptando un enfoque más conciliador con la jerarquía eclesiástica. Reconoció la dificultad de cambiar ciertas dinámicas dentro de la institución, pero también expresó un profundo sentido de gratitud por el trabajo de los miembros del clero. “Cada labor es importante para el todo”, afirmó.
Este mensaje navideño de León, en su primer año como Papa, ha dejado claro su enfoque diplomático y su intención de guiar a la Iglesia con un tono de unidad y respeto, a pesar de las tensiones internacionales y los desafíos internos.