Un naufragio italiano histórico, sus raíces migrantes, la infancia, una serie de asesinatos durante su adolescencia son algunas de las historias que marcaron, en sus años formativos, al Papa Francisco, tal como se revela en Spera (Esperanza), la autobiografía de Mario Bergoglio, escrito en colaboración con Carlo Musso, que será publicada mañana, 14 de enero, en Italia.
La obra promete ofrecer una mirada íntima a la vida del pontífice, desde sus primeros años en Argentina hasta los valores que han marcado su camino espiritual, en donde además va revelando diferentes anécdotas curiosas, como su relación con el gran escritor Jorge Luis Borges.
En uno de los pasajes destacados, el Papa reflexiona sobre las dificultades que enfrentó su familia, marcada por la migración y las adversidades económicas. “La vida de mi familia ha conocido muchas penurias, sufrimientos, lágrimas, pero incluso en los momentos más duros experimentamos que una sonrisa, una carcajada, podían arrancarnos la energía necesaria para retomar el camino”, escribe Francisco en el libro. Este mensaje, cargado de esperanza, resalta la importancia del humor y la alegría como herramientas para superar los desafíos de la vida.
El Papa Francisco también dedica parte de su autobiografía a describir su infancia en Buenos Aires, donde creció en una casa modesta, pero llena de significado para él. Según detalla la obra, vivió desde los dos años hasta los veintiuno en el número 531 de la calle Membrillar. La vivienda, de una sola planta, contaba con tres dormitorios, un baño, una cocina con comedor, un comedor formal y una terraza. “Esa casa y esa calle fueron para mí las raíces de Buenos Aires y de la Argentina toda”, afirma el pontífice, subrayando cómo este entorno moldeó su identidad y su conexión con su país natal.
Estos recuerdos no solo evocan la vida cotidiana de su familia, sino que también reflejan las experiencias compartidas por muchas familias migrantes que buscaban un futuro mejor en América Latina durante el siglo XX. La descripción de su hogar y su barrio ofrece una ventana a la vida de un joven que, años después, se convertiría en el líder de la Iglesia Católica.
Otro aspecto central de “Spera” es el relato sobre los orígenes migrantes de la familia Bergoglio. El Papa recuerda con detalle la historia del viaje que llevó a sus abuelos y a su padre desde Italia hasta Argentina. Según relata, sus abuelos y su único hijo, Mario —quien más tarde sería su padre—, abordaron un barco llamado Principessa Mafalda, que zarpó del puerto de Génova el 11 de octubre de 1927 con destino a Buenos Aires.
El transatlántico se hundió, causando la muerte de más de 300 personas. Según relata, sus abuelos y su padre habían comprado boletos para ese viaje, pero no pudieron embarcar debido a retrasos en la venta de sus propiedades. Este hecho, que el pontífice atribuye a la Providencia Divina, cambió el destino de su familia y permitió que emigraran a Argentina en un momento posterior.
El naufragio, conocido como el “Titanic italiano”, fue una tragedia que marcó a la comunidad de inmigrantes italianos y dejó una profunda impresión en la memoria colectiva. Esta historia fue contada repetidamente en la familia de Papa Francisco, recordándole la fragilidad de la vida y la importancia de la gratitud.
El Papa destaca cómo esta travesía, llena de esperanza y sacrificio, simboliza el espíritu de los migrantes que cruzaron océanos en busca de nuevas oportunidades. La historia del Principessa Mafalda no solo es un recuerdo personal, sino también un reflejo de las experiencias compartidas por millones de personas que dejaron atrás su tierra natal para construir una nueva vida en América.