La economía de la República Dominicana finalizó el año 2024 con un aumento del 5.0 % en el producto interno bruto (PIB), consolidándose como una de las economías más activas de América Latina, superando factores externos desfavorables como las tensiones geopolíticas y los ajustes monetarios globales.
De acuerdo con los datos del Banco Central, el país registró expansiones trimestrales interanuales de hasta el 6.1 %, junto con una inflación controlada que cerró el año en 3.35 %, la cifra más baja de los últimos seis años.
Este panorama es aún más significativo considerando el contexto internacional complicado, marcado por conflictos en Europa del Este, modificaciones en las tasas de interés de Estados Unidos y tensiones en los mercados financieros a nivel global.
Entre los principales impulsores de este desempeño, que posicionó a la República Dominicana como líder en crecimiento del PIB en América Latina en comparación con 2023, se encuentran sectores como el turismo, las remesas, la inversión extranjera y las zonas francas. A nivel local, destacaron la manufactura, la energía, el transporte y la construcción.
Con la llegada de 11.2 millones de visitantes no residentes, el país logró cifras sin precedentes. De estos, 8.5 millones llegaron por vía aérea y 2.6 millones en cruceros, generando ingresos de US$10,974 millones, un incremento interanual del 12.6 % en relación a 2023.
Este flujo constante de turistas revitalizó sectores como hoteles, bares, restaurantes y transporte.
Remesas
Las remesas enviadas por la diáspora dominicana marcaron un récord de US$10,756 millones, con un crecimiento del 5.9 % respecto al año anterior.
Más del 80 % de estos fondos provinieron de Estados Unidos, donde las condiciones económicas favorables contribuyeron al aumento de los envíos. La estabilidad económica y política dominicana siguió demostrando que genera dividendos para el país, ya que la inversión extranjera directa que alcanzó los US$4,512 millones, superando los US$4,000 millones por tercer año consecutivo.
Los sectores más beneficiados fueron el transporte, bienes raíces, energía y turismo. Estas inversiones permitieron financiar con holgura el déficit de cuenta corriente y fortalecer la estabilidad económica, según el informe del Banco Central.
Citó como factores del crecimiento consolidado del 2 % en 2024 la implementación de políticas para asegurar la estabilidad macroeconómica, incluyendo la disminución de la tasa de política monetaria, que cerró en 5.75 %, y la liberación de RD$175 mil millones en liquidez para el sistema financiero.
Estas medidas permitieron un crecimiento del 13.4 % en el crédito al sector privado y estimularon actividades como la construcción y la adquisición de viviendas.
El informe indica que el peso dominicano experimentó una depreciación moderada del 5.0 %, inferior a la de otras economías de la región, lo que reflejó una notable estabilidad cambiaria.
Asimismo, las reservas internacionales alcanzaron US$13,388 millones, superando los estándares del Fondo Monetario Internacional.
De cara a 2025, las proyecciones indican que República Dominicana mantendrá su ritmo de crecimiento, respaldada por una economía diversificada y políticas públicas orientadas a la estabilidad y el desarrollo.