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República Dominicana continúa con la construcción del muro que la separará de Haití a lo largo de casi 400 kilómetros de frontera, a pesar de las patrullas constantes y el aumento del control militar, el paso fronterizo sigue siendo transitado por ciudadanos haitianos que cruzan para trabajar y comerciar.
Muchos de ellos participan en la construcción de nuevos complejos hoteleros en la región, con la esperanza de que Pedernales se convierta en un polo turístico internacional.
La verja, que ya llega hasta el mar Caribe en la provincia de Pedernales, busca proteger al país del impacto de la grave crisis social, política y económica que vive su vecino.
Cada tarde, los obreros haitianos son transportados de regreso a su país en autobuses amarillos, manteniendo una dinámica que se repite todos los días. En febrero pasado, el presidente dominicano, Luis Abinader, informó que el Gobierno ha destinado 1,944 millones de pesos a la construcción del muro, que ya forma parte del paisaje de la isla de La Española.
