
El mandatario de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se presentó este jueves en la primera audiencia preliminar del juicio penal al que será sometido por presunta insurrección, a raíz de su declaración de ley marcial en diciembre pasado, lo que ha desencadenado una crisis política en el país asiático.
Yoon, quien ha sido inhabilitado por el Parlamento nacional tras dicha declaración, continúa formalmente en su cargo mientras se lleva a cabo otro proceso político en el Tribunal Constitucional. La décima y última audiencia programada antes de las deliberaciones de la sala correspondiente se realizará también hoy.
De este modo, el líder conservador se convierte en el primer presidente surcoreano en enfrentar un juicio penal mientras se encuentra en funciones. El delito de insurrección es el único por el cual un mandatario en Corea del Sur no goza de inmunidad.
Audiencia del Presidente Yoon
La audiencia de este jueves comenzó a las 10:00 hora local (1:00 GMT) en el Tribunal del Distrito Central de Seúl y tiene como finalidad esclarecer los hechos en disputa y planificar los procedimientos judiciales futuros.
La legislación surcoreana no exige la presencia del acusado en una vista preliminar; sin embargo, Yoon optó por asistir. El presidente ingresó al tribunal vistiendo un traje negro y una corbata roja, según informes de la agencia de noticias local Yonhap.
Los abogados del presidente han indicado que explicarán en el futuro la posición de Yoon respecto a los cargos que enfrenta, alegando que aún deben revisar todos los documentos del caso, de acuerdo con el mismo medio.
El tribunal ha decidido programar otra vista preliminar para el juicio en una fecha aún por determinar.
Se espera que la defensa de Yoon desestime todas las acusaciones, tal como ha hecho en el juicio político que se está llevando a cabo en el Constitucional sobre su posible destitución.
Solicitud de Liberación
El Tribunal del Distrito Central de Seúl también comenzó hoy a evaluar la solicitud del equipo legal de Yoon para anular su arresto y proceder a su liberación.
«Dado que los motivos de su arresto ya no son válidos y está claro que actualmente se encuentra bajo un arresto ilegal, esperamos que el juez tome una decisión razonable», declaró el abogado Yun Gap-geun, quien aseguró que el líder político cooperará en la revisión, según lo publicado por Yonhap.
La policía desplegó alrededor de 3,200 agentes en los alrededores del tribunal para controlar a la multitud reunida, instalando barreras y alineando autobuses como cordón de seguridad, tras incidentes de vandalismo por parte de simpatizantes del presidente en otro tribunal a raíz de su detención.
Yoon ha permanecido detenido desde el 15 de enero en el marco de la investigación penal por el supuesto delito de insurrección, tras haber declarado brevemente la ley marcial a principios de diciembre.
La pena por insurrección en Corea del Sur puede ser la cadena perpetua o la pena capital, aunque existe una moratoria sobre esta última desde 1997.