
1.- Esa persona que sale de su país para establecerse en otro que no es el suyo, llega a una colectividad a estar con otros grupos humanos.
2.- El emigrante hace vida en común con la población del país que lo recibe, con los integrantes de esa comunidad.
3.- La mujer o el hombre que se ausenta de su lugar de origen para ser inmigrante no estará solo, abandonado, sin dolientes, como alma en pena en el lugar escogido como destino.
4.- El inmigrante, allí donde llega para establecerse, desde que da los primeros pasos comienza a hacer vida social; es un ser integrado, nada de desvinculado, ni marginado.
5.- Las redadas lanzadas en Estados Unidos de Norteamérica contra los inmigrantes indocumentados han puesto en tensión a mujeres y hombres norteamericanos, haciendo causa común contra las redadas migratorias.
6.- La solidaridad, la más alta expresión de sensibilidad, se ha puesto al lado de los inmigrantes a nivel internacional.
7.- Al igual que los norteamericanos se identifican con los inmigrantes víctimas de la represión, los puertorriqueños levantan la voz para oponerse a las acciones represivas ejecutadas frente a los dominicanos inmigrantes.
8.- A nivel mundial, a los inmigrantes hay que tomarlos en cuenta como personas que se han visto en la necesidad de buscar en otras tierras lo que no encuentran en la suya.
9.- Nunca, en ningún momento el inmigrante puede sentirse solo, marginado. Debe contar con el calor solidario, la fraternidad, el acompañamiento.
10.- Las medidas represivas lanzadas en Estados Unidos contra inmigrantes de diferentes nacionalidades, deben servir para ser más firme la adhesión con los inmigrantes haitianos en nuestro país.
11.- Cada persona que con sinceridad abraza la lucha social debe sentirse obligada a colaborar, asistir en lo que sea necesario al que ha emigrado.
12.- Las redadas migratorias en los Estados Unidos, la feroz persecución contra nuestros compatriotas en Puerto Rico y los malos tratos a los inmigrantes haitianos en nuestro país, hay que verlos como una agresión a los más nobles sentimientos.
13.- La protesta, la queja cargada de indignación, es la respuesta a las acciones represivas contra los inmigrantes en cualquier lugar del mundo.
14.- Ante las medidas puestas en ejecución para lesionar a los inmigrantes, hay que enojarse, alterarse, montarse en cólera. Nada de resignarse, aprobar o conformarse.
15.- No cuadra en un ciudadano humanista portarse conformista, indiferente, indolente, con desdén ante la embestida dirigida a causar daño a los inmigrantes. Hay que apasionarse en la defensa de los agredidos.
16.- Poco importa que sea en Los Ángeles, Puerto Rico o en nuestro país, hay que hacerle comprender al inmigrante que cuenta con el apoyo de lo mejor de cada comunidad, que no está solo.