El deporte indio se halla inmerso en una lucha por dejar atrás su reputación como uno de los mayores infractores de las reglas antidopaje en el mundo, mientras el gigante asiático impulsa una ambiciosa candidatura para albergar los Juegos Olímpicos en 2036.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha expresado su preocupación por el número de deportistas indios que consumen sustancias en aras de mejorar su rendimiento.
El campeón olímpico de lanzamiento de jabalina en 2021, Neeraj Chopra, se refirió al problema este año. «El dopaje es un gran problema en India entre nuestros atletas», declaró a medios locales, antes de añadir que deberían «comer bien, descansar bien y trabajar duro».
La Asociación Olímpica India (IOA) formó el mes pasado un nuevo comité antidopaje después de que el país fuese señalado por el COI.
El gobierno aprobó un nuevo proyecto de ley antidopaje que pretende reforzar la aplicación de la norma, facilitar y ampliar los controles, y «garantizar los más altos estándares de integridad» en el deporte.
«Obviamente el COI desearía asegurarse que, de adjudicar los Juegos a un país, el anfitrión cuente con unas sólidas políticas antidopaje y de gobernanza», declaró a la AFP Michael Payne, antiguo director de marketing del COI.
La Agencia Nacional Antidopaje India (NADA) insiste en que las cifras reflejan controles más rigurosos en un país de 1.400 millones de habitantes.
De las 5.606 muestras recogidas en 2023, 213 dieron positivo.
Según los expertos, el esteroide estanozolol es la sustancia prohibida más consumida por los atletas indios.
El Gobierno de la India aprobó el miércoles la candidatura de Ahmedabad, la principal ciudad del estado natal del primer ministro, Narendra Modi, para albergar los Juegos de la Commonwealth de 2030, un paso estratégico y un ensayo a gran escala para el objetivo principal del país: ser sede de los Olímpicos de 2036.
La ciudad elegida se encuentra en el estado occidental de Gujarat, considerado el bastión político de Modi, quien lo gobernó por más de una década.
La infraestructura de una ciudad es fundamental para su desarrollo y funcionamiento. Las carreteras, los puentes y el sistema de transporte público son esenciales para garantizar la movilidad de los ciudadanos. Además, el acceso a servicios básicos como el agua potable y la electricidad es crucial para el bienestar de la población.