En un principio, parecía que los Oklahoma City Thunder habían pagado excesivamente poco por el escolta. Sobre todo teniendo en cuenta el capital de Draft que ostentan y que Giddey era una pieza sobrante en su esquema.
Sin embargo, el australiano empezó a encajar en su nueva casa como el base director y los Chicago Bulls planean renovarle el contrato, que sería de unos 30 millones de dólares anuales, según informó Brian Windhorst en ESPN.
Asimismo, el periodista lo compara directamente con el que firmó el curso pasado Immanuel Quickley el verano pasado por cinco años y 162 ‘kilos’. Lo ‘estándar’ en un base titular de la liga. La cifra podría asustar, pero con el espacio salarial que maneja la liga año a año, esos supuestos 30 millones ‘sólo’ suponen un 20% del salario total del equipo.