
Washington (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, justifica los ataques aéreos lanzados el jueves contra objetivos del Estado Islámico (EI) en Nigeria, con la respuesta a una supuesta «masacre» de cristianos que ha culminado en bombardeos en el noroeste del país africano el mismo día de Navidad.
Trump, desde su residencia privada en Florida donde pasa las festividades navideñas, escribió un mensaje en redes sociales anunciando que EE.UU. había lanzado un ataque «poderoso y mortal» contra campamentos del EI en el noroeste de Nigeria.
Horas después, autoridades nigerianas confirmaron que los bombardeos se realizaron de manera conjunta.
«Previamente, les advertí a estos terroristas que si no detenían la masacre de cristianos, se desataría un infierno, y esta noche lo hubo», anunció el republicano en la tarde del 25 de diciembre.
Ya en el mes de noviembre, Trump denunció, sin presentar más detalles, la supuesta «masacre» de cristianos en Nigeria, tras lo cual designó al país bajo la categoría de «especial preocupación» -reservada para las naciones implicadas en «graves violaciones de la libertad religiosa»- y amenazó con una posible intervención militar.
El republicano no ha especificado a qué agresiones se refería, ni ha compartido datos que respalden la afirmación, hecha por varios de sus aliados políticos, de que los cristianos en Nigeria se enfrentan a un «genocidio».
Después de estas advertencias, Estados Unidos escogió una fecha simbólica, el Día de Navidad, para lanzar su ataque.
Los bombardeos se dieron en el noroeste del país, en una zona fronteriza con Níger donde opera el EI.
Más de una decena de misiles Tomahawk fueron disparados desde un buque de la Armada estadounidense desplegada en el golfo de Guinea, lo que causó la muerte de «múltiples» víctimas en el estado de Sokoto, según una evaluación inicial del Comando para África de EE.UU.
Autoridades nigerianas confirmaron, unas horas después del anuncio de Trump, que el ataque se realizó de manera conjunta con EE.UU.
«Los ataques se basaron en información fidedigna y una cuidadosa planificación operativa, con el objetivo de debilitar la capacidad operativa de los terroristas, minimizando al mismo tiempo los daños colaterales», explicó el portavoz de las Fuerzas Armadas, el teniente general Samaila Uba, en un comunicado.

Sin embargo, el Gobierno nigeriano ha rechazado las acusaciones de «masacre» de cristianos, señalando que la red de grupos armados violentos, con diferentes motivaciones y extendidos por todo el país, asesina a tantos musulmanes como cristianos.
La violencia armada se ha disparado en los últimos meses en la región y los grupos insurgentes vinculados al Estado Islámico y a Al Qaeda han intensificado sus ataques contra objetivos militares y civiles, con independencia de su credo.
El noreste de Nigeria sufre ataques del grupo yihadista Boko Haram desde 2009, una violencia que empeoró a partir de 2016 con el surgimiento de su escisión, el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP).
Boko Haram y el ISWAP han matado a más de 35.000 personas -muchas de ellas musulmanas- y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos oficiales.

Durante un evento organizado por la Misión de Estados Unidos en la ONU en noviembre, la rapera, conocida por su música y su estilo provocador, se alió con la Administración de Trump en este asunto.
«Quiero agradecer al presidente Donald Trump que priorice este problema y por su liderazgo en la escena global al pedir acciones urgentes para defender a los cristianos de Nigeria, combatir el extremismo y frenar la violencia contra los que simplemente quieren ejercer su derecho natural a la libertad religiosa», declaró la artista.
Minaj, nacida en Trinidad y Tobago pero naturalizada estadounidense, habitualmente se ha mantenido al margen de la política, pero ahora es una de las pocas artistas que han dado apoyo público a Trump.
Los ataques aéreos de esta semana en Nigeria respaldados por Estados Unidos impactaron en dos campamentos vinculados al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el bosque de Bauni (noroeste), y golpearon a combatientes extranjeros procedentes del Sahel, informó el Gobierno nigeriano.
«Estos lugares estaban siendo utilizados como bases de concentración y preparación por elementos extranjeros del EI que se infiltraban en Nigeria desde la región del Sahel, en colaboración con afiliados locales, para planificar y ejecutar ataques terroristas a gran escala en territorio nigeriano», señaló el Ministerio de Información en un comunicado publicado a última hora del viernes.
Según la nota, las operaciones de «ataque de precisión» se efectuaron el viernes entre las 00:12 y la 01:30 horas (23:12 del jueves y 00:30 del viernes GMT), «tras la aprobación explícita del Presidente de la República Federal de Nigeria», Bola Ahmed Tinubu.
Los ataques se lanzaron desde plataformas marítimas ubicadas en el Golfo de Guinea, tras una «exhaustiva recopilación de inteligencia, planificación operativa y reconocimiento».
«Se desplegaron un total de 16 municiones de precisión guiadas por GPS utilizando plataformas aéreas no tripuladas MQ-9 Reaper, neutralizando con éxito a los elementos del EI que intentaban penetrar en Nigeria desde el corredor del Sahel», precisó.