
El aumento de los precios está cambiando la forma en que los estadounidenses compran en esta temporada navideña. Una encuesta nacional de AP-NORC revela que la mayoría de los ciudadanos siente una mayor presión en su presupuesto, lo que los ha llevado a buscar descuentos, retrasar compras importantes y reducir gastos no esenciales.
El sondeo indica que el 87 % de los estadounidenses percibe que este mes está pagando más de lo habitual en alimentos y regalos. A esto se suma que más del 60 % considera que el costo de la electricidad es demasiado alto.
En ese contexto, cerca de la mitad afirma que le resulta «más difícil de lo habitual» comprar regalos navideños, por lo que opta por posponer adquisiciones grandes o limitar gastos que no son urgentes.
La presión de los precios ha modificado los hábitos de consumo. Casi la mitad de los encuestados asegura que pasa más tiempo comparando precios y buscando opciones más económicas. Muchos también reconocen que están retrasando compras importantes y utilizando sus ahorros para cubrir gastos cotidianos.
Este comportamiento ha aumentado de forma significativa frente a años anteriores. En 2021, solo alrededor del 30 % de los estadounidenses reportaba este tipo de medidas, lo que evidencia un cambio marcado en la manera de enfrentar el consumo.
El 49 % de los consultados cree que está pagando de más por la gasolina. Aunque sigue siendo una cifra relevante, es muy inferior al 83 % registrado en 2022, cuando coincidieron la guerra entre Rusia y Ucrania, el alza de la inflación y el encarecimiento del petróleo.
Pese a estas dificultades, más de la mitad de los republicanos considera que la economía del país marcha bien. En contraste, los demócratas opinan mayoritariamente que la situación ha empeorado, con solo uno de cada diez valorándola de forma positiva.
En general, solo tres de cada diez estadounidenses creen que la economía está en buena forma, percepción que se concentra sobre todo en republicanos y personas con ingresos anuales superiores a los 100,000 dólares.