
Durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, se observa un aumento en los infartos de miocardio y otras emergencias cardiovasculares, un fenómeno respaldado por diversas investigaciones científicas. Un estudio publicado en la revista Circulation de la American Heart Association revela que el 25 de diciembre es el día con más muertes por ataques cardíacos en Estados Unidos, seguido del 26 de diciembre y el 1 de enero.
Este estudio destaca un incremento del 4.65% en la mortalidad por causas cardíacas durante las dos semanas de celebraciones, incluso al ajustar por factores estacionales. Esto sugiere que las características específicas de estas festividades influyen en el aumento de muertes.
Uno de los factores más relevantes es que muchas personas evitan ir al hospital por temor a interrumpir sus celebraciones o subestiman síntomas graves, una decisión que puede resultar fatal. Un análisis presentado en la Sociedad Cardiovascular Británica en 2023 indica que los lunes son particularmente riesgosos para sufrir infartos de miocardio, ya que el estrés aumenta tras el fin de semana. Cuando los días festivos coinciden con el inicio de la semana, este riesgo se intensifica. Además, la Fundación Española del Corazón menciona que factores como la nostalgia y los conflictos familiares generan presión emocional.
La revista British Medical Journal analizó 16 años de datos en Suecia y encontró que los infartos de miocardio aumentan un 15% durante las fiestas navideñas, con un pico el 24 de diciembre a las 10 p.m. Las personas mayores de 75 años con enfermedades preexistentes, como diabetes o problemas cardíacos, son las más afectadas.
El estudio relaciona este aumento con una combinación de factores emocionales y conductuales, como el consumo excesivo de alcohol y alimentos ricos en sodio, así como la interrupción de rutinas saludables y tratamientos médicos habituales. Nick Ruthmann, cardiólogo de la Clínica Cleveland, enfatiza que el corazón no se toma vacaciones, por lo que es vital mantener cuidados de salud durante las celebraciones. Los excesos alimenticios y el consumo excesivo de alcohol son factores clave que contribuyen al aumento de infartos, provocando hipertensión temporal y la formación de coágulos sanguíneos.
Por su parte, Shaline Rao, cardióloga del NYU Langone Hospital – Long Island, advierte sobre los peligros de la fibrilación auricular prolongada, que puede causar insuficiencia cardíaca y aumentar el riesgo de ictus. Rao resalta la importancia de buscar atención médica inmediata ante síntomas como palpitaciones rápidas, dolor en el pecho, sudoración excesiva, dificultad para respirar y mareos, los cuales pueden indicar una emergencia cardíaca.
La American Heart Association recalca que es crucial reconocer los síntomas de un infarto, que incluyen dolor o presión en el pecho, molestias en el brazo izquierdo, mandíbula o espalda, náuseas, sudor frío y fatiga extrema. Es importante recordar que los síntomas pueden variar entre hombres y mujeres; en las mujeres, los infartos a menudo se presentan con signos atípicos.
La Fundación Española del Corazón también destaca el impacto de factores psicológicos, como la ansiedad y la tristeza, que tienden a intensificarse durante las festividades. El manejo inadecuado del estrés puede desencadenar respuestas fisiológicas perjudiciales, como el aumento de la presión arterial.
Para prevenir estos riesgos, la American Heart Association recomienda moderar el consumo de alimentos y bebidas, limitar la ingesta de sal y alcohol, mantenerse activo y seguir tomando medicamentos recetados. Además, sugiere realizar actividades relajantes para reducir el estrés.
Johanna Contreras, cardióloga del Hospital Mt. Sinai de Nueva York, aconseja aprender técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), ya que muchos paros cardíacos ocurren fuera del hospital y los primeros auxilios suelen ser proporcionados por familiares o amigos. Recomienda que al menos una persona en cada familia conozca estas técnicas básicas.