Ejecutan veterano después de pasar 50 años en el corredor de la muerte en Misisipi

Durante años, sus defensores argumentaron que su prolongada estancia en el corredor de la muerte representaba un castigo inhumano y que su salud mental se había deteriorado.

Richard Gerald Jordan, un veterano de Vietnam de 79 años, fue ejecutado en Misisipi por el secuestro y asesinato de Edwina Marter, esposa de un ejecutivo bancario, crimen cometido en 1976. Jordan pasó casi medio siglo en el corredor de la muerte, convirtiéndose en uno de los reos más antiguos bajo sentencia capital en EE. UU.

La ejecución se realizó por inyección letal tras la negativa del gobernador Tate Reeves a conceder clemencia. Según el mandatario, el asesinato fue un acto violento y premeditado, lo que justificaba la aplicación de la pena capital. Ninguno de los tribunales federales o estatales involucrados intervino para detenerla.

En sus últimas palabras, Jordan pidió perdón a la familia de la víctima, agradeció a sus abogados y a su esposa, y expresó: “Los veré al otro lado, a todos ustedes”, antes de recibir la dosis letal que lo declaró muerto a las 6:16 p.m. Sufría de estrés postraumático desde la guerra, según sus abogados.

El crimen ocurrió en enero de 1976, cuando Jordan viajó desde Luisiana a Misisipi con la intención de secuestrar a un familiar de un banquero para exigir rescate. Tras contactar al Gulf National Bank simulando interés por un préstamo, fue referido a Charles Marter, esposo de Edwina.

Jordan acudió a su residencia haciéndose pasar por electricista y secuestró a Edwina Marter. La llevó a un bosque y le disparó en la cabeza cuando intentó escapar. Posteriormente pidió un rescate de 25,000 dólares, sin saber que la víctima ya había muerto.

Fue arrestado al día siguiente en un hotel y condenado a muerte en cuatro juicios distintos entre 1976 y 1998. Durante años, sus defensores argumentaron que su prolongada estancia en el corredor de la muerte representaba un castigo inhumano y que su salud mental se había deteriorado.

A pesar de esos reclamos, las autoridades mantuvieron la sentencia. La ejecución de Jordan reabre el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos, especialmente en casos marcados por décadas de litigios, problemas de salud mental y el paso del tiempo.