
Eileen Higgins asumió este jueves como alcaldesa de la ciudad de Miami, marcando el regreso del Partido Demócrata a la jefatura municipal tras 24 años y convirtiéndose, además, en la primera mujer y la primera persona no hispana en ocupar ese cargo.
Higgins, de 61 años, fue juramentada durante un acto celebrado en el Miami-Dade College, luego de imponerse en las elecciones municipales del pasado 9 de diciembre con cerca del 60 % de los votos al republicano Emilio González, candidato respaldado por el presidente estadounidense Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
En su primer discurso como alcaldesa, Higgins afirmó que los votantes optaron por “la confianza por encima de la corrupción, el rumbo por encima de la distracción y el servicio público por encima del estancamiento político”, y llamó a trabajar de manera conjunta para fortalecer la ciudad.
Aunque las elecciones municipales en Miami son oficialmente no partidistas, la victoria de Higgins en una ciudad gobernada por republicanos desde 2001 fue interpretada como un impulso para el Partido Demócrata, que no ocupaba la Alcaldía desde la gestión de Manny Díaz.
La nueva alcaldesa ha señalado que su gestión estará enfocada en eliminar trabas burocráticas y combatir la corrupción, uno de los ejes centrales de su campaña.
También ha reiterado su rechazo al acuerdo 287(g) aprobado por la Comisión de Miami con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el cual permite a la Policía local colaborar en tareas de control migratorio federal.
Durante su intervención, Higgins sostuvo que el potencial de la ciudad se fortalece cuando sus habitantes trabajan unidos, se respetan y se brindan apoyo mutuo, destacando la diversidad como uno de los principales activos de Miami.
Antes de asumir la Alcaldía, Higgins se desempeñó como comisionada del distrito de Miami. Previamente, trabajó en el Servicio Exterior de Estados Unidos entre 2009 y 2012, donde ocupó cargos vinculados a asuntos económicos y energéticos en México, Sudáfrica y Namibia.
Con su llegada al cargo, Higgins inicia una nueva etapa política en Miami, en un contexto marcado por expectativas de cambio en la administración municipal.