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Delegados del gobierno ucraniano y asesores del presidente estadounidense Donald Trump sostendrán este sábado una nueva jornada de conversaciones en Miami, parte de una serie de encuentros destinados a explorar vías para poner fin a la guerra con Rusia.
La reunión llega tras dos rondas recientes en las que ambas partes coincidieron en que cualquier avance depende de la voluntad del Kremlin de comprometerse con la desescalada.
El enviado especial Steve Witkoff informó en X que junto a Jared Kushner se reunió nuevamente con Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, y con el jefe del Estado Mayor General, Andriy Hnatov. Este encuentro marca el sexto dentro de un ciclo intensivo de conversaciones en dos semanas.
Umerov reiteró que la posición de Ucrania es clara: cualquier acuerdo debe garantizar independencia, soberanía y seguridad para su población. Los equipos revisaron los resultados del encuentro que delegados estadounidenses mantuvieron días antes con autoridades rusas en Moscú, así como posibles pasos hacia un alto el fuego que se ha visto estancado a casi cuatro años del comienzo del conflicto.
Ambas delegaciones analizaron esquemas de seguridad de largo plazo, capacidades de disuasión necesarias y proyectos de recuperación económica. Witkoff destacó que “el fin de la guerra y medidas creíbles hacia el alto el fuego y la desescalada son necesarios para prevenir una nueva agresión y hacer posible el plan integral de desarrollo de Ucrania”.
Umerov insistió en que “el progreso real hacia cualquier acuerdo depende de la disposición de Rusia a mostrar un compromiso serio con la paz a largo plazo, incluidos pasos hacia la desescalada”.
Las negociaciones continúan mientras Moscú mantiene su negativa a realizar concesiones territoriales. Washington y Kiev han reiterado que la prioridad inmediata es lograr un alto el fuego sostenible que permita avanzar en la reconstrucción del país.