EE. UU. revela infiltración global de trabajadores norcoreanos con identidades falsas

El esquema norcoreano emplea redes internacionales para falsificar documentos y emplear a operativos, exponiendo información estratégica y representando una amenaza significativa en defensa y tecnología.

Estados Unidos reveló un esquema internacional encabezado por el régimen de Corea del Norte para infiltrar a miles de trabajadores tecnológicos en empresas de todo el mundo, usando identidades falsas y robadas. Según fiscales federales, esta operación busca generar ingresos para el régimen de Kim Jong Un y eludir las sanciones impuestas por su programa nuclear.

De acuerdo con la fiscal federal de Massachusetts, Leah Foley, los operativos han sido entrenados por el régimen para integrarse en la fuerza laboral digital global. Entre 2021 y 2024, trabajadores norcoreanos lograron emplearse de forma remota en más de 100 compañías, generando al menos 5 millones de dólares para el gobierno norcoreano y causando pérdidas a empresas estadounidenses por más de 3 millones de dólares.

El esquema se apoya en redes internacionales de cómplices en países como China, Taiwán y Estados Unidos, quienes ayudan a falsificar documentos, crear empresas ficticias y montar sitios web para validar perfiles laborales falsos. A través de estas estructuras, los operativos acceden a información confidencial, incluso en áreas vinculadas con defensa y tecnología militar.

Investigaciones de agencias como el Departamento de Justicia, el FBI y el Tesoro han identificado prácticas como el uso de “granjas de laptops”, donde los dispositivos entregados por empresas estadounidenses son operados desde Corea del Norte mediante acceso remoto.

Tras las advertencias emitidas desde 2022, Corea del Norte ha modificado su estrategia, enfocándose ahora en países europeos como Portugal, Alemania y Reino Unido. Un informe del Google Threat Intelligence Group destaca que en 2024 un solo trabajador norcoreano usó hasta 12 identidades distintas para obtener empleos sensibles.

Las autoridades advierten que la operación norcoreana representa una amenaza inmediata, no solo por su capacidad de evadir sanciones, sino por la exposición de datos estratégicos y el financiamiento ilícito de programas armamentistas. El esquema, que aprovecha la expansión del trabajo remoto, sigue evolucionando como un sofisticado sistema internacional de suplantación de identidad y espionaje económico.