El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó este domingo la evacuación del personal gubernamental no esencial de la capital de Sudán del Sur, ante el creciente riesgo de violencia debido a los enfrentamientos en el norte del país.
Según el aviso oficial, los combates continúan en varias zonas y la disponibilidad de armas entre la población representa una amenaza significativa para la seguridad.
La situación se intensificó luego de un choque armado entre un grupo insurgente y el Ejército sudsudanés el pasado martes, lo que resultó en la detención de dos ministros del gobierno y un alto oficial militar vinculado al exrebelde y actual vicepresidente Riek Machar.
Las autoridades estadounidenses han recomendado precaución extrema y continúan monitoreando la evolución del conflicto en la región.
La casa de Machar fue rodeada por el Ejército mientras sus partidarios afirmaban que las detenciones amenazaban el acuerdo de paz del país.
Sudán del Sur cayó en guerra civil de 2013 a 2018, durante la cual más de 400,000 personas fueron asesinadas. El presidente Salva Kiir y Machar, su rival, firmaron un acuerdo de paz en 2018 que aún está en proceso de implementación.
El viernes, un ataque a un helicóptero de la ONU que estaba en una misión de evacuación en el norte complicó la situación de seguridad y un organismo de derechos de la ONU afirmó que se "consideraba un crimen de guerra".
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Sudán del Sur dijo el sábado que la violencia en el norte y las tensiones en Juba, la capital, estaban "amenazando con descarrilar" el acuerdo de paz de Sudán del Sur.
"Estamos presenciando una regresión alarmante que podría borrar años de progreso arduamente ganado. En lugar de alimentar la división y el conflicto, los líderes deben urgentemente reenfocar el proceso de paz, defender los derechos humanos de los ciudadanos sudaneses del sur y asegurar una transición fluida hacia la democracia", afirmó la presidenta, Yasmin Sooka.