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La Fuerza Aérea de Estados Unidos, junto a especialistas de la compañía Sierra Nevada Corp. (SNC), ha comenzado las pruebas de vuelo del nuevo ‘avión del Juicio Final’, un puesto de mando aerotransportado que entrará en servicio en caso de guerra nuclear o de eventos catastróficos que incapaciten los centros de comando terrestres, informó Defense News.
Este moderno avión, diseñado para reemplazar la flota E-4B Nightwatch en servicio desde la década de 1970, permitirá al presidente, al jefe del Pentágono y a altos mandos militares dirigir operaciones nucleares y coordinar la defensa del país desde el aire.
Cada aeronave puede permanecer en vuelo durante una semana mediante reabastecimiento en vuelo, con todos los sistemas protegidos frente a explosiones nucleares y pulsos electromagnéticos.
El nuevo ‘avión del Juicio Final’ se construye sobre la base del Boeing 747-8, una versión ampliada y modernizada del icónico avión comercial, adaptada con antenas de comunicación avanzadas, computadoras y sistemas de control de vuelo de última generación.
Uno de cada cuatro aviones E-4B siempre está listo para despegar en cuestión de minutos, asegurando la continuidad del mando incluso en escenarios extremos.
En 2024, la Fuerza Aérea adjudicó a Sierra Nevada un contrato de 13.000 millones de dólares para construir cinco de estas aeronaves, que reemplazarán los cuatro E-4B existentes. Se espera que el programa concluya en julio de 2036, con la modernización de cada avión para reforzar su protección ante radiación y ataques electromagnéticos.
Con este proyecto, Estados Unidos busca garantizar que su capacidad de mando y control estratégico permanezca operativa en cualquier circunstancia, reforzando la seguridad nacional y la disuasión nuclear en el siglo XXI.