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Más de 150 militares estadounidenses fueron enviados a la base naval de Guantánamo, Cuba, para preparar la expansión del centro de detención de migrantes indocumentados, donde la administración de Donald Trump prevé habilitar 30,000 camas.
El Comando Sur de EE.UU. confirmó este lunes el despliegue de marines y otras unidades militares en la base, en cumplimiento del memorando firmado por Trump la semana pasada, el cual ordena ampliar la capacidad del centro “hasta su plena capacidad” con el objetivo de “detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense”.
Asimismo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) seguirá operando el centro de detención, que tradicionalmente recibió migrantes interceptados en el mar, principalmente de Cuba y Haití.
Con la expansión, el centro superaría en tamaño a cualquier otra instalación del ICE en territorio estadounidense.
La base de Guantánamo opera en un vacío legal donde las garantías migratorias no se aplican de la misma forma que en EE.UU. continental. Reportes previos han denunciado condiciones precarias en el centro, incluyendo restricciones en las comunicaciones con abogados y problemas de insalubridad.