
En respuesta a la creciente tensión tras los recientes ataques de Israel en territorio iraní, Estados Unidos ha movilizado este viernes dos de sus destructores hacia el Mediterráneo Oriental, acercándolos a la costa israelí. La información fue confirmada por fuentes del Pentágono citadas por Politico.
Las embarcaciones, ya desplegadas en Oriente Medio, están equipadas con misiles de crucero y balísticos. Este movimiento refuerza el apoyo del gobierno del presidente Donald Trump a Israel, al mismo tiempo que fortalece la presencia militar estadounidense en una región cada vez más volátil.
La reubicación de los buques se asemeja a la maniobra llevada a cabo en octubre del año pasado, cuando EE.UU. asistió a Israel en la defensa contra un ataque masivo de Irán que involucró cerca de 200 misiles balísticos. Aquella ofensiva fue una represalia por la muerte de altos líderes como Ismail Haniyeh (Hamás), Hasán Nasrala (Hezbolá) y un general iraní.
También se recuerda la participación de la flota estadounidense a principios de este año en acciones contra los hutíes de Yemen en el mar Rojo. Posteriormente, Washington y ese grupo alcanzaron un alto el fuego en mayo.
La ofensiva israelí de esta madrugada incluyó bombardeos sobre un centenar de puntos estratégicos en Irán, dirigidos contra mandos militares, científicos del programa nuclear y plantas de enriquecimiento de uranio. En respuesta, Teherán ha prometido una "respuesta poderosa".
En su primer pronunciamiento, Donald Trump advirtió que la situación podría agravarse si Irán no retoma el diálogo:
«Hace dos meses le di a Irán un ultimátum de 60 días para que llegara a un acuerdo. ¡Deberían haberlo hecho! Hoy es el día 61. Les dije qué hacer, pero no pudieron. ¡Ahora quizás tengan una segunda oportunidad!», escribió en su red Truth Social.
Trump, quien aseguró a CNN que EE.UU. «por supuesto» respalda a Israel, también calificó los bombardeos de «muy exitosos» y reveló en The Wall Street Journal que ha mantenido conversaciones continuas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
La crisis ocurre en un contexto en el que las conversaciones nucleares entre Teherán y Washington están estancadas. Estados Unidos exige que Irán detenga todo enriquecimiento de uranio, incluso con fines civiles, una condición que la república islámica se niega a aceptar.