
Estados Unidos se prepara para designar oficialmente como organización terrorista extranjera (FTO) al llamado Cártel de los Soles, grupo que Washington asegura es liderado por el presidente venezolano Nicolás Maduro y altos dirigentes chavistas. La medida marca una nueva fase de presión contra Venezuela en medio de llamados al diálogo.
La inclusión del presunto cártel en la lista FTO —que reúne a grupos islamistas, separatistas, guerrillas y organizaciones criminales— permitirá a EE. UU. activar nuevas herramientas de persecución, desde sanciones ampliadas hasta operaciones conjuntas contra redes del narcotráfico.
El secretario de Estado, Marco Rubio, justificó la designación señalando que estas estructuras “son responsables de la violencia terrorista en todo nuestro hemisferio”.
La medida coincide con una presencia militar inusual en la región: Washington movilizó al Caribe el portaaviones más grande del mundo, acompañado de buques de guerra y aviones caza bajo el argumento de operaciones antidrogas. Maduro sostiene que el despliegue busca preparar un intento de derrocamiento.
Expertos citados por AFP afirman que la declaratoria “abre un ámbito de posibilidades” para la administración Trump, tanto en lo militar como en lo económico. Incluso, analistas advierten que EE. UU. podría justificar ataques puntuales a pistas vinculadas al narcotráfico en zonas remotas.
En el plano económico, la designación podría asfixiar aún más a Venezuela. Aunque el petróleo permanece al margen —Chevron continúa operando bajo licencia—, operadores internacionales podrían evitar transacciones con el país por temor a represalias. Además, cargamentos de crudo vendidos en el mercado negro con grandes descuentos podrían estar en riesgo si la flota estadounidense interviene rutas marítimas.
En Venezuela, Maduro insiste en mostrarse firme, mientras sectores analizan que el aumento de la presión no necesariamente fracturará el poder chavista ni facilitará una transición política. Pese a declaraciones de disposición al diálogo, no existe una agenda concreta entre Maduro y Trump.