La economía circular, término que se ha puesto muy de moda en los últimos años, es poco conocido en República Dominicana, pero las actividades que la envuelven generan beneficios ambientales, económicos, comerciales y humanos.
Así lo demuestran iniciativas que han apostado por el reciclaje como un medio de ingreso y articulación empresarial que, a la vez, aportan al medio ambiente y con ello a una mejor calidad de la salud.
"La economía circular significa aprovechar los recursos que están en los residuos, es decir, en vez de que vayan a vertederos, que se puedan volver a insertar en los ciclos de producción", explicó Marielys Ponciano, directora ejecutiva de Nuvi.
En ese mismo sentido, Lorna Aquino, fundadora y gerente de Green Love, dice: "La condición básica que deben cumplir todos los materiales es que tengamos cómo cerrar el ciclo a través del reuso o el reciclaje".
Tanto Green Love como Nuvi son instituciones que actúan como mediadoras en la gran ruleta de la economía circular, reciben los residuos que luego entregan a destinatarios que son encargados de procesar los materiales, sea para exportación o para el mercado local.
Según explicaron Lorna Aquino y Marielys Ponciano, representantes de los proyectos de reciclaje entrevistadas por RCC Noticias, existen muchas posibilidades de reciclaje, de acuerdo a los materiales que tenemos disponibles en el país.
"Ahora mismo podemos recibir más de seis tipos de materiales diferentes: papel, en sus versiones; cartón, en sus versiones; plástico, en sus muchas versiones; metales, chatarra electrónica, aceite usado de cocina, tetrapack; orgánicos no los proceso yo, los procesamos a través de una alianza con una fundación que es reciclaje orgánico para convertirlo en compost", detalló Aquino.
Mientras que Ponciano indicó que estos puntos de recolección de residuos más especializados para recibir botellas de PET, que son plásticos categoría uno. La podemos identificar porque son aquellas donde se comercializan productos como agua, refrescos, jugos, maltas y otros tipos de bebidas.
La acción de recibir residuos como intermediarios para reciclar está acompañada de otras iniciativas que contribuyen a crear conciencia en la ciudadanía para que separen y lleven a los puntos de acopio, pero además que asuman la práctica de reducir y reusar elementos que tienen vida útil.
"Tenemos iniciativa en escuelas, ahí la respuesta es más rápida. ¿Por qué? Porque hay un contacto directo con cada estudiante, es una charla y ahí nosotros tenemos más de 30 centros", apuntó Marielys Ponciano.
"Con el Ministerio de Educación trabajamos el pasado año escolar y ahora estamos coordinando para añadir más centros, y con esos centros la respuesta es más rápida", continuó.
Green Love recibe una variedad más amplia de residuos que pueden ser procesados y reinsertados en el ciclo de producción. Su fundadora, Lorna Aquino, expone que se han hecho expertos en alianzas estratégicas que ponen un granito de arena para proyectos comunitarios, educativos y de salud.
Dentro de sus iniciativas enumera:
Las consultadas explican que la Ley 225-20 de Residuos Sólidos viene a formalizar la responsabilidad de los diferentes sectores en la gestión adecuada de residuos, donde cada uno debe cumplir su rol:
"El problema, como quien dice, no es solamente del ciudadano o no es solamente del gobierno o no es solamente de la parte privada. El problema es de todos y la ley viene a decirle a cada uno a quién le toca y qué le toca y cuál es la responsabilidad de cada uno en ese sentido", afirma Lorna Aquino.
"El sector privado tiene su función, pero la población en general también tiene un rol sumamente importante y es el de separar, el de tener esa conciencia de que ya no todo va junto, ya hay una parte que puedo aprovechar", agrega Marielys Ponciano.