Dos jóvenes de origen dominicano reciben cadena perpetua por la muerte de un oficial en Filadelfia

Dos jóvenes de ascendencia dominicana fueron sentenciados a cadena perpetua tras ser declarados culpables del asesinato de un agente policial, ocurrido el 12 de octubre de 2023 en Filadelfia, Estados Unidos.

Los implicados, Yobranny Martínez Fernández y Hendrick Peña Fernández, fueron responsabilizados por la muerte del oficial Richard Méndez, quien fue atacado durante el robo de un vehículo en el estacionamiento de un aeropuerto de Pensilvania.

Según informó el portal Los Mocanos, el juez Giovanni Campbell emitió la sentencia el lunes 24 de noviembre de 2025.
A Yobranny Martínez-Fernández se le impuso cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, además de una pena adicional de 25 a 50 años.

Fue hallado culpable de múltiples cargos, entre ellos:

• asesinato de un agente del orden,
• agresión agravada,
• homicidio en tercer grado (por la muerte de Madera Durán),
• uso criminal de comunicaciones,
• hurto,
• posesión de instrumentos para delinquir,
• conspiración y robo.

• Por su parte, Hendrick Peña-Fernández también recibió cadena perpetua sin libertad condicional, tras ser encontrado culpable de:

• asesinato en segundo grado,
• conspiración criminal,
• robo,
• conspiración para cometer hurto,
• hurto y
• posesión de instrumentos de delito.

Detalles del caso

• La tragedia ocurrió cuando el oficial Méndez y su compañero Raúl Ortiz arribaron a su lugar de trabajo y vieron a varios jóvenes intentando sustraer un vehículo. En el enfrentamiento, Martínez-Fernández abrió fuego, causando la muerte de Méndez al dispararle en el torso e hiriendo también a Ortiz, quien logró sobrevivir.

Durante el tiroteo, otro de los participantes, Jesús Hernán Madera Durán, de 18 años, fue alcanzado por disparos realizados por Martínez-Fernández. El joven falleció más tarde mientras recibía atención en el Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP).

Posteriormente, los responsables abandonaron el automóvil utilizado para escapar en un almacén ubicado en Cranberry, Nueva Jersey, donde le prendieron fuego con el objetivo de destruir evidencia.