Este domingo 2 de noviembre se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, una fecha en la que los dominicanos rinden homenaje a sus seres queridos fallecidos con oraciones, flores y velas, en una de las tradiciones religiosas y culturales más arraigadas del país.
Desde tempranas horas, familias completas acuden a los cementerios para limpiar, pintar y adornar las tumbas con flores frescas, velones y ofrendas, en señal de respeto y recuerdo. También se realizan oraciones y misas en distintos puntos del país, reforzando el fervor católico que caracteriza esta jornada.
Además de las visitas a los camposantos, algunos hogares mantienen la costumbre de encender velas en casa por cada ser querido fallecido, mientras que en las zonas rurales se encienden luminarias en los patios como símbolo de luz para las almas.

Durante este día, el entorno de los cementerios se llena de vida: vendedores ambulantes ofrecen flores, velones y servicios de limpieza de tumbas, convirtiendo el lugar en un espacio donde la devoción y el comercio popular se entrelazan.
La fecha, que coincide con el Día de los Muertos en otros países de tradición católica, recuerda la importancia de mantener viva la memoria de quienes ya no están, celebrando la vida desde la fe y la esperanza.