
El exprocurador de la República Dominicana, Francisco Domínguez Brito, afirmó este jueves en el El Mañanero que el debate sobre la Cárcel Las Parras se ha centrado en la infraestructura, dejando de lado el componente humano que, a su juicio, es el eje fundamental para garantizar un sistema penitenciario funcional.
Domínguez Brito señaló que la discusión pública se ha concentrado en el diseño, la construcción y las denuncias de irregularidades, sin prestar atención a los agentes que administran los centros de reclusión.
“Nosotros nos concentramos mucho en la infraestructura. Si hubo corrupción, si realmente fue bien diseñada. Un modelo penitenciario no descansa básicamente en la infraestructura, descansa en los agentes penitenciarios, en su integridad, en su formación, en la capacidad que tenga de influir en los internos para que puedan eh reinsertarse en la sociedad”, expresó.
El miembro del comité político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) destacó experiencias exitosas de programas educativos dentro de los centros penitenciarios, mostrando que la reinserción es posible cuando el personal actúa con profesionalidad. Mencionó, además, el impulso de iniciativas que han permitido a internos convertirse en profesionales.
“En la medida en que nosotros llevamos las universidades a los y a las centros penitenciarios, hay experiencias lindísimas. Bueno, doña Peggy creo que fue una mujer que incentivó mucho y hay muchas carreras y personas que se hacen abogados, psicólogos dentro de los centros y personas que se reinsertan”, dijo.
Al referirse a las medidas para impedir el uso de teléfonos en los centros, Domínguez Brito cuestionó su efectividad si no existe un personal íntegro.
“Y en la medida de que ese personal pueda jugar su rol con honestidad, yo creo que las cosas van a salir bien. Por eso cuando vi que van a poner impedimentos para que hablen por teléfono, yo me río.
Si el personal no sirve, va a dañar todo lo que hay ahí, va a coger el dinero”, afirmó.
Recordó experiencias previas que evidencian fallas internas.
“Nosotros con Morrison hicimos una experiencia el 15 de Asúa, donde pusimos un mecanismo para que no haya conversaciones por teléfono. Pues a los dos días no funcionó y cuando vamos a ver, vemos que la batería la dañaron y volvemos otra vez, lo arreglamos y a los 15 días tampoco funciona. ¿Quiénes la dañaron? Los mismos policías que estaban ahí”, relató.
“Ya de por sí en este gobierno hubo un deterioro. Muchos de ellos se fueron para los Estados Unidos, renunciaron. Decepcionados. Decepcionados de cómo se ha manejado y ojalá que podamos retomar”, lamentó.
También destacó la labor del experto Roberto Santana, aunque advirtió que ni siquiera la mejor planificación funcionará sin recursos humanos sólidos.
“Una cárcel nueva en una infraestructura nueva en 15 días se convierte en vieja, llena de letreros, llena de sucio, los inodoros tapados, todo en 1 minuto si no hay verdaderamente un orden”, concluyó.