x
El especialista en salud mental y exmilitar, Dinaples Galván, se opuso a que homosexuales ingresen a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a propósito de la sentencia del Tribunal Constitucional que despenaliza la homosexualidad en las instituciones castrenses.
"Yo estoy totalmente de acuerdo con que los homosexuales no entren ni a la policía ni a la milicia, como militar y experto en la salud mental, yo estoy totalmente de acuerdo que no entren", expresó.
Destacó que está en desacuerdo para protegerlos a los porque este país no está listo para darle la bienvenida a ese público y esas personas que tienen talentos inimaginables y a esa diversidad que pueden enriquecer a esas instituciones.
"Este país no está preparado para eso y lo que van a hacer es lo que pasó en Estados Unidos: La tasa de suicidios dentro de la comunidad homosexual dentro de la milicia es mucho más alta que los militares en general. La tasa de depresión, estrés postraumático de las personas que son homosexuales que tienen que estar escondiéndose y sufriendo callados dentro de la milicia es muchísimo más alta; entonces no entren", detalló.
Consideró que no van a tener los recursos para tener el desarrollo y una vida plena y ejercer en su trabajo.
Señaló que la milicia les enseña honor, coraje y compromiso y capacidad que no tienen nada que ver con la homosexualidad.
"En Estados Unidos, los homosexuales no podían actuar como tal en la milicia por ley, pero esto cambió en 2011″, expresó el especialista.
El doctor Galván compara la situación en la nación en cuestión con la historia de Estados Unidos en relación a la homosexualidad en la milicia. Explicó que en Estados Unidos, existían prohibiciones severas que se eliminaron y luego volvieron a implementarse, dependiendo del gobierno en funciones.
El médico enfatiza el impacto de estas políticas en la salud mental de los individuos que deben lidiar con la aceptación y la discriminación.
"La identificación sexual reside en el cerebro y no depende de factores externos", acotó.
Mencionó que esta es multifactorial y reside en el cerebro. Agregó que los estudios muestran que no se trata simplemente de un factor hormonal o una influencia ambiental.
Galván indicó que un individuo puede nacer con una orientación sexual específica, lo que ha sido un tema de debate sobre si uno 'nace' o 'se hace' homosexual. "Esto refuerza su posición de que la identidad sexual es innata", añadió.
"La homosexualidad no es una enfermedad que deba curarse", dijo.
En el campo de la psiquiatría, explicó, que la homosexualidad y la disforia sexual no son trastornos que requieren tratamiento. Sin embargo, las personas de la comunidad LGBTQ+ pueden experimentar problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, como resultado del maltrato y rechazo que enfrentan en la sociedad.
Manifestó que los altos niveles de depresión, ansiedad e insomnio son comunes en aquellos que sufren discriminación por su orientación sexual. Prosiguió que la psiquiatría puede jugar un papel en el tratamiento de estos trastornos relacionados con el estrés social.
"Yo trato de ser un defensor para este tipo de personas, para la comunidad", enfatizó.
Expresó que el apoyo y la visibilidad son fundamentales para la comunidad LGBTQ+. Añadió que los individuos que se identifican como parte de esta comunidad a menudo enfrentan desafíos únicos, y tener un defensor puede ayudar a visibilizar sus luchas y necesidades.
Destacó la importancia de las redes sociales como un medio para conectar a las personas y promover el bienestar, ofreciendo un espacio seguro para la comunicación y el apoyo.