
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires estableció que los docentes no podrán expresar en el aula opiniones sobre religión, sexualidad, género, etnia y política partidaria durante el ciclo escolar que comienza este mes.
En ese orden, la medida, incluida en el Reglamento Escolar 2025, generó rechazo entre docentes y legisladores.
El reglamento prohíbe manifestaciones o conductas que puedan "influir, confundir y/o afectar" a los estudiantes en estos temas. Además, si surgen por iniciativa de los alumnos, los docentes deberán informar a las autoridades escolares para que intervengan "equipos especializados".
La diputada Vanina Biasi (PO-FITU) denunció que la normativa busca condicionar la actividad educativa y anticipó que presentará un proyecto para derogarla.
Por su parte, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) también rechazó la medida, argumentando que promueve la censura y la persecución docente.
Asimismo, Vanesa Gagliardi, dirigente del gremio Ademys, criticó la falta de consulta a la comunidad educativa, mientras que la formadora de docentes Sabrina Flax cuestionó que los "equipos especializados" mencionados en el reglamento no existen.
El debate ocurre en medio de tensiones por la política educativa de la ciudad, que el mes pasado suspendió el acceso a contenidos sobre género y diversidad contemplados en la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) para someterlos a una "revisión neutral".