La presidenta interina de la Universidad de Columbia, Katrina Armstrong, renunció este viernes en medio de un clima tenso en la institución, tras las amenazas del expresidente Donald Trump de suspender 400 millones de dólares en financiación federal.
En un comunicado publicado en la web de Columbia, el Consejo de Administración informó que Armstrong dejará el cargo para retomar la dirección del Centro Médico Irving de la universidad.
“El Dr. Armstrong asumió el cargo en un momento de gran incertidumbre para la universidad y trabajó incansablemente para promover los intereses de nuestra comunidad”, señaló el Consejo.
Entre las concesiones del centro están la contratación de 36 agentes especiales de seguridad que tendrán la capacidad de expulsar a estudiantes o incluso detenerlos y la prohibición de llevar mascarillas quirúrgicas en el campus.
La ahora expresidenta interina asumió el cargo tras la dimisión de Minouche Shafik, que renunció a su puesto meses después de las protestas propalestinas que tuvieron lugar en el campus y que derivaron en la detención y en la expulsión de varios estudiantes.
La copresidenta del Consejo de Administración del centro educativo, Claire Shipman, será la nueva presidenta interina de Columbia a partir de ahora.La dimisión de Armstrong tiene lugar en un momento de tensión para los estudiantes propalestinos de la universidad después de la detención por parte de las autoridades de inmigración de Mahmoud Khalil, un joven de origen palestino que lideró las mencionadas manifestaciones.
El caso de Khalil, que permanece detenido en un centro de inmigración en Luisiana y del que el gobierno de Donald Trump asegura que tiene vínculos con Hamás algo que aún no ha demostrado, ha derivado en diversas protestas en la Gran Manzana y ha abierto el debate sobre la libertad de expresión de los alumnos.
Poco después del arresto de Khalil, los agentes de inmigración arrestaron a otra alumna palestina de Columbia que también participó en las manifestaciones de 2024 y revocaron el visado de una estudiante india por presunta «apología de la violencia y el terrorismo».