La fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, presentó este martes su renuncia al cargo que ocupó durante seis años, periodo en el que lideró investigaciones clave contra la corrupción y el crimen organizado, incluyendo el emblemático caso “Sobornos”, que inhabilitó políticamente al expresidente Rafael Correa.
Salazar, cuya permanencia había sido prorrogada mientras se designaba a su sucesor, anunció su salida mediante las redes sociales de la Fiscalía. Su cargo será asumido temporalmente por el fiscal Wilson Toainga.
“Hace seis años asumí este cargo con la visión de garantizar acceso a la justicia pensando en las personas y en las víctimas. Ha sido un camino gratificante y honesto”, expresó la funcionaria, primera mujer afroecuatoriana en ocupar la Fiscalía General.
Durante su mandato, Salazar enfrentó duras críticas del correísmo, que la acusó de judicializar la política. No obstante, fue reconocida a nivel internacional, incluida en la lista de las 100 personas más influyentes de 2024 por la revista Time.
Entre los casos más relevantes liderados por Salazar destacan:
• Caso Sobornos: Involucró a Rafael Correa y otros funcionarios de su gobierno, condenados por cohecho y señalados por recibir aportes ilegales a cambio de contratos con el Estado.
• Caso Metástasis: Reveló redes de corrupción judicial vinculadas al narcotráfico, con participación de funcionarios y estructuras criminales dentro del sistema penitenciario.
• Caso Encuentro: Implicó a cercanos al expresidente Guillermo Lasso, incluyendo a su cuñado Danilo Carrera, condenado a 10 años por liderar una red de corrupción en empresas públicas.
Salazar aseguró que su decisión no responde a presiones políticas ni a deseos de permanencia indefinida. “La evaluación final la hará la ciudadanía”, afirmó.
El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) aún no ha finalizado el proceso para elegir a su sucesor definitivo. Mientras tanto, Toainga asumirá funciones al frente del Ministerio Público.