
El 2 de octubre se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la No Violencia, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2007.
La elección de este día no es casual: coincide con el natalicio de Mahatma Gandhi (1869-1948), líder político y espiritual de la India, símbolo universal de la paz y la resistencia pacífica.
Gandhi impulsó la filosofía del ahimsa (no violencia), entendida no solo como la ausencia de violencia física, sino como un principio de vida que promueve el respeto, la tolerancia, la justicia y la paz en todas las relaciones humanas.
Con este ideal lideró la lucha por la independencia de la India frente al dominio británico, demostrando que los cambios sociales y políticos pueden lograrse sin recurrir a la violencia.
La ONU estableció esta conmemoración con el objetivo de difundir el mensaje de la no violencia a nivel mundial a través de la educación y la conciencia pública. El organismo invita a los Estados miembros, organizaciones y sociedad civil a realizar actividades que promuevan la paz, el respeto por los derechos humanos y la resolución pacífica de los conflictos.
En un contexto internacional marcado por conflictos armados, tensiones sociales y crisis políticas, la celebración de este día cobra especial relevancia. La no violencia no se limita a la ausencia de guerra, sino que también implica luchar contra la pobreza, la exclusión, la discriminación y todas las formas de injusticia.
Como afirmó la ONU al proclamar esta fecha: “La no violencia es la máxima expresión de la fuerza humana y un arma poderosa para quienes buscan justicia y dignidad.”