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La señora Deñanara Borbón, quien alega ser estafada con un inmueble valorado en 1.2 millones de dólares por Emmanuel Rivera Ledesma, principal acusado en la estafa inmobiliaria conocida como Operación Nido dijo este viernes que Emery Colombi Rodríguez, abogada de Emmanuel Ledesma miente cuando dice que hubo un acercamiento con los abogados y parte de las víctimas, asegurando que nunca se ha producido tal encuentro y que la jurista nunca le ha dirigido la mirada.
«Eso es una mentira. Esa señora nos ignora, no nos dirige la mirada, que quede claro aquí, nunca ha habido un acercamiento con ningunos de nosotros después que esa seña tiene el caso», aseguró Deyanara durante una llamada en el programa El Sol de la Mañana de RCC Media.
Aseguró que lo que quieren es su dinero y puso claro que no le quieren hacer daño a nadie, alegando que no son delincuentes.
«A nosotros no nos interesa matar a nadie hacerle daño a nadie, a nosotros lo que nos interesa es nuestro patrimonio. Nosotros nos ganamos nuestro dinero trabajado».
Pruebas
La señora dijo que existen en el expediente del Ministerio Público los papales que avalan la transferencia de los depósitos que realizaban concerniente a los pagos del inmueble.
La señora, quien según lo explicado se manifestó frente a dicha residencia la pasada semana con el objetivo de presionar al Ministerio Público, alega que en el inmueble no puede vivir nadie, debido a que el mismo fue incautado por la Procuraduría, por lo que desconoce que el Ministerio Público no haya colocado un letreo de incautación.
«Nosotros lo que fuimos fue para presionar al Ministerio Público, para que esa gente carguen con su peso moral. Que todo el que pase por ahí sepa que ellos están viviendo en un inmueble incautado por Procuraduría. Que se compró con dinero robado, con dinero sucio», declaró Deyanara.
«Esa gente están haciendo arresto domiciliario en una casa que fue comprada, está valorada en 1.2 millones de dólares, que fue comprada, porque ahí en expediente lo dice, donde se le hizo la transferencia a nombre de quien está la casa, que ni siquiera está a nombre de ellos, porque así es que se manejan los delincuentes. Pero fue en dos partidas que se compró la casa y sale de la cuenta donde nosotros le depositábamos nuestro dinero», dijo.
Por Rosa Soto
