La actuación de Miguel Ángel González Vargas, de 60 años, ha desatado un intenso debate en todo Puerto Rico, luego de que este disparara al presunto agresor de su hija en el Residencial Manuel Zeno Gandía, en Arecibo.
Según el informe de la Policía, González Vargas intervino al presenciar una brutal golpiza contra su hija de 31 años, y en medio del altercado, disparó en el abdomen a Wisler Galarza, de 21 años. Tras el hecho, se entregó voluntariamente a las autoridades. Su hija permanece hospitalizada debido a las lesiones sufridas.
El padre ahora enfrenta cargos criminales, pese a haber actuado en defensa de su hija, lo que ha generado una ola de reacciones en redes sociales y medios locales. Muchos ciudadanos se preguntan si se trató de un acto de justicia o una acción que viola la ley.
Ante la situación legal que enfrenta, familiares y allegados crearon la campaña «Ayudar a mi papá» en GoFundMe, con el propósito de reunir fondos para costear su defensa legal.
El caso ha polarizado a la opinión pública: mientras unos exigen la aplicación estricta de la ley, otros aseguran que González Vargas actuó como cualquier padre lo haría frente a una amenaza directa contra su hija.