
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) informó este martes del desmantelamiento de seis redes internacionales dedicadas al tráfico ilegal de especies protegidas, lo que llevó a la detención de 365 personas y a la incautación de cerca de 20,000 ejemplares vivos de flora y fauna en peligro de extinción. Así lo anunció este martes la organización en un comunicado.
La operación, denominada 'Thunder 2024′, fue llevada a cabo en noviembre en colaboración con la Organización Mundial de Aduanas (OMA). En ella participaron fuerzas policiales, agentes de aduanas, control de fronteras y guardas forestales de 138 países y regiones, una cifra superior a la registrada en la primera edición en 2017.
Según Interpol, cuya sede se encuentra en Lyon, la mayoría de los detenidos pretendían comercializar ilegalmente estos ejemplares protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Los animales eran destinados a diferentes mercados, incluyendo la gastronomía, la medicina, el sector del lujo y el coleccionismo.
Entre los ejemplares rescatados y trasladados a centros de conservación, las aves representaron la mayor cantidad con 12,427 individuos, seguidas por 5,877 tortugas, 1,731 reptiles, 33 primates, 18 grandes felinos y 12 pangolines.
Además, las autoridades confiscaron cientos de miles de productos derivados de animales y plantas, incluyendo especies marinas y artrópodos. En Perú, por ejemplo, se incautaron 3,700 plantas protegidas provenientes de Ecuador.
En cuanto al tráfico ilegal de madera, Indonesia y Kenia encabezaron las incautaciones con 134 y 41 toneladas respectivamente. Por otro lado, en Nigeria se decomisaron 4.5 kilogramos de escamas de pangolín, cuya alta demanda en la medicina y gastronomía ha puesto en riesgo su supervivencia.
El secretario general de Interpol, el brasileño Valdecy Urquiza, advirtió en el comunicado que el tráfico de especies protegidas "acelera la pérdida de biodiversidad, destruye comunidades, contribuye al cambio climático y fomenta la inestabilidad y los conflictos".