Decenas de ciudadanos dominicanos y extranjeros se congregaron este martes en las afueras del Centro de Detención Vacacional de Haina, en medio de la incertidumbre por el paradero de sus familiares detenidos durante los recientes operativos migratorios realizados en hospitales públicos del país.
Entre los presentes, los testimonios reflejan frustración, indignación y angustia por la falta de información oficial. León, uno de los ciudadanos apostados frente al recinto, denunció que sus tíos —de nacionalidad dominicana— fueron detenidos mientras acompañaban a un hermano que recibía suero en el hospital Juan Pablo Pina, en San Cristóbal.
“Le estaban poniendo suero y los detuvieron. No andaban con documentos, pero ellos son dominicanos de pura cepa”, reclamó León, visiblemente afectado. “Aunque seamos de piel negra, somos dominicanos”, enfatizó, cuestionando la legitimidad del procedimiento.
Otros, como Juan Ramírez, acudieron a entregar medicamentos a un amigo detenido sin lograrlo. “Mi amigo Ricardo Basilio sufre de la presión. No sé si ha comido o cómo está. Nadie da información”, lamentó. Su amigo fue interceptado mientras se dirigía al trabajo.
En otro caso, Marte Rojas espera por su esposa, detenida en un hospital a pesar de estar en proceso de renovación migratoria y con más de 17 años de matrimonio con un dominicano. “Ella cargaba el papel que le dieron, pero igual se la llevaron. No han dicho nada”, afirmó, visiblemente preocupado por sus cuatro hijos, también dominicanos.
Luis Sobet respaldó la medida, aunque cuestionó el sistema: “Antes eran trasladados en guaguas acondicionadas, pero fueron dañadas. Ahora van en camiones. Hay mafias que introducen parturientas sin documentos, eso hay que atacarlo”, opinó.
Finalmente, Juan Garabito denunció que su amigo Marius fue detenido pese a estar esperando una cita para renovar su carné de regularización. “Tiene el pasaporte, el carné vencido y la cita oficial. Está en proceso. No debieron detenerlo. La solución no es esto, la solución está en la frontera y en sancionar a los empleadores”, dijo.
Mientras tanto, los familiares siguen a la espera, algunos desde la madrugada, otros sin saber siquiera si podrán ver a sus seres queridos o recibir algún tipo de explicación oficial.