Residentes del lugar afectados por la falta de agua. Arte/Rosa Soto
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Al menos tres semanas sin una gota de agua cumplen los residentes del condominio Villa Liberación, quienes denuncian que desde el 26 de octubre el servicio fue interrumpido por el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y, hasta la fecha, no ha sido restablecido. La comunidad asegura que vive una situación “crítica e inhumana”, agravada por la falta de respuestas efectivas de las autoridades.
Según narraron, la suspensión ocurrió durante el paso de la tormenta Melissa, cuando Inapa cerró las válvulas sin previo aviso. Sin embargo, aun superada la emergencia, el suministro no volvió a las tuberías del residencial.
El vicepresidente de la Junta de Vecinos, Ramsés Pimentel Méndez, explicó que la institución atribuyó la interrupción a una tubería rota por la crecida de un río, pero que los trabajos realizados no han devuelto el servicio.
“Desde el domingo 26 de octubre aquí no hay agua potable. Más de tres semanas sin una gota. Dejar a una población completa sin agua es un abuso”, afirmó.
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Pimentel denunció también que, esta semana, personal de Inapa habría sugerido que los propios residentes gestionaran plomeros, motosierras y otros equipos para reparar la avería, lo que calificó como “una irresponsabilidad”.
“Las tuberías son de ellos. Nosotros no podemos intervenirlas y no somos plomeros. Inapa debe asumir su responsabilidad”, agregó.
A su juicio, las respuestas de la institución han sido improvisadas: “Ellos están adivinando; no tienen un diagnóstico claro de lo que ocurre”.
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Amas de casa: “No podemos ni lavar ni bañarnos con normalidad”
Las fémina del residencial describen un escenario desgastante, económicamente costoso y físicamente agotador.
Juana Báez narró que muchas familias deben cargar agua en botellones desde otros sectores o comprar tanques a 100 pesos.
“Es incómodo. A veces uno solo puede bañarse una vez al día. Para lavar hay que comprar agua. Vivimos cargando botellones hasta un tercer piso”.
Mientras Nelsy Carvajal coincidió en que el líquido es insuficiente y que ni siquiera han recibido camiones cisterna de emergencia.
“Son 20 días sin agua. No nos suministran ni siquiera de forma social. Es un líquido imprescindible y no tenemos apoyo”.
“Inapa no ha mandado ni un camión”
La residente Deydania Taveras afirmó que la comunidad ha tenido que comprar camiones de agua por su cuenta debido a la falta total de asistencia oficial.
“Desde que ellos cerraron la llave por la tormenta no ha vuelto el agua. Y lo más sorprendente es que ahora dicen que no saben qué pasó. ¿Cómo es posible que cierren la llave y luego no sepan dónde está para abrirla?”
La situación también plantea dificultades adicionales para los edificios del residencial, que no cuentan con escaleras para acceder a los tinacos, lo que obliga a los vecinos a subir el agua manualmente.
La residente Teresa Morel. Foto/fuente externa
“Pagamos el servicio, es nuestro derecho”
La residente Teresa Morel recordó que la mayoría de los propietarios y inquilinos paga su factura del agua puntualmente.
“Tenemos un mes sin agua. Uno paga el servicio y deben dárselo. Inapa no ha hecho nada. No se puede vivir sin agua, ni siquiera para lo más básico”.
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Comunidad al límite exige soluciones urgentes
Los vecinos aseguran haber agotado “todos los recursos”, visitando oficinas de Inapa y acudiendo a otras instituciones sin obtener respuestas concretas. También solicitaron una reunión con el encargado local de la institución, Joel Pinales, con la esperanza de que finalmente se atienda la emergencia.
La comunidad advierte que continuará aumentando la presión pública, pues consideran que lo que viven es “insostenible y violatorio de derechos fundamentales”.
Mientras tanto, Villa Liberación sigue sobreviviendo a base de botellones, tanques y camiones, en espera de que el servicio que pagan —y que consideran vital— vuelva a sus hogares.
