
Residentes del municipio Sabana Iglesia denunciaron que durante más de un año alertaron a las autoridades sobre una fuga persistente en una tubería del acueducto local, que terminó explotando el jueves 25 de diciembre y provocó la destrucción de cuatro viviendas y un tramo de la carretera que comunica con Baitoa.
Los comunitarios aseguran que realizaron reiterados reportes ante la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), sin que se ejecutaran reparaciones definitivas para corregir la avería.

De acuerdo con los afectados, la tubería presentaba filtraciones visibles desde hacía al menos un año. Martina Placencia, una de las residentes perjudicadas, afirmó que la comunidad sostuvo reuniones y realizó múltiples gestiones ante las autoridades.
“Hablamos con todos, hicimos reuniones y no hicieron nada. En una ocasión trajeron una retroexcavadora, hicieron un hoyo y se fueron”, relató.
Placencia indicó que la explosión destruyó completamente su vivienda y pertenencias. “Me quedé con lo que tenía puesto. Perdí dinero, medicamentos y ropa. Todo quedó destruido”, expresó.

Los residentes señalaron que el incidente causó importantes pérdidas materiales, aunque agradecieron que ocurriera durante el día, cuando muchas personas se encontraban fuera de sus hogares.
Entre los elementos señalados por la comunidad se destacan:
Felipe Hernández, otro afectado, sostuvo que denunció la fuga en más de siete ocasiones. “Por esa negligencia me quedé sin nada”, afirmó, al tiempo que recordó que la tubería fue instalada en la década de 1990, cuando las familias ya residían en la zona.
Las familias indicaron que llevan más de 50 años viviendo en el lugar y esperan una respuesta institucional que incluya soluciones habitacionales y la reparación definitiva del sistema afectado.