LOS ÁNGELES.– El Gobierno del presidente Donald Trump acumula múltiples demandas de ciudadanos estadounidenses detenidos en las redadas migratorias, entre los que se cuenta un trabajador de la construcción arrestado dos veces y un anciano golpeado y mantenido bajo custodia a pesar de que se recuperaba de una cirugía de corazón.
Las querellas legales, que piden indemnizaciones de hasta 50 millones de dólares contra el Ejecutivo estadounidense por violaciones a los derechos constitucionales de sus ciudadanos, se están convirtiendo en el pan de cada día.
El pasado lunes, el estadounidense Leonardo García Venegas demandó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) por detenerlo en dos ocasiones en obras de construcción, que se han convertido en uno de los blancos favoritos de los agentes migratorios.
El trabajador, representado por el Institute for Justice, alega que las detenciones que sufrió en Alabama, estado donde reside y trabaja, fueron "irrazonables" y violaron la Cuarta Enmienda, que le protege contra registros y detenciones sin causa probable.
El hispano, de padres mexicanos, fue detenido por primera vez en mayo cuando agentes enmascarados ingresaron a una construcción. El trabajador fue derribado al suelo y esposado aunque les dijo que era ciudadano estadounidense, según quedó registrado en un video.
Incluso después de presentar su identificación REAL ID (que Alabama solo emite a residentes legales), los agentes lo mantuvieron esposado durante una hora.

(FUENTE EXTERNA)Leonardo García Venegas
En junio, el latino fue detenido nuevamente en una casa donde trabajaba, y aunque una vez más mostró su identificación los agentes se negaron a aceptarla, lo sacaron de la construcción y lo detuvieron junto con otros detenidos, liberándolo, junto a otros residentes legales, veinte minutos después.
La demanda, planteada como una querella colectiva de trabajadores de la construcción, incluye 19 ejemplos de ciudadanos y residentes legales que presuntamente habían sido detenidos "en circunstancias" similares a las de García Venegas.
El Gobierno Trump también enfrenta una demanda presentada por Rafie Ollah Shouhed, de 79 años y dueño de un lavadero de autos en Los Ángeles que alega que sufrió fracturas, lesiones graves, y traumatismo craneoencefálico, tras ser detenido en una redada migratoria el pasado 9 de septiembre.
A pesar de la primera agresión, el dueño salió para hablar con los agentes sobre sus empleados. Pero estos lo insultaron y arrojaron violentamente al pavimento para echársele encima. Uno de ellos le presionó el cuello con la rodilla mientras otro le torcía los brazos por detrás, a pesar de que él les dijo que recientemente se había sometido a una cirugía de corazón, no podía respirar y necesitaba una ambulancia.

(FUENTE EXTERNA) Rafie Ollah Shouhed
Fuente/ Agencia EFE