
El Gobierno de Cuba informó este miércoles que durante la última semana se detectaron 13,071 casos febriles específicos, posiblemente vinculados a los actuales brotes de dengue, chikunguña y oropouche, enfermedades que se están expandiendo por casi todo el territorio nacional.
La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña, declaró en la televisión estatal que existe un “incremento en todos los territorios del país” de estas tres enfermedades transmitidas por mosquitos y otros insectos, y confirmó que siete personas se encuentran en estado crítico.
Aunque no ofreció un total acumulado de enfermos, esta es la primera vez que el Gobierno cubano publica cifras oficiales desde que se intensificaron los brotes semanas atrás.
Según Peña, la incidencia del dengue en la isla es de 24.3 casos por cada 100,000 habitantes, lo que equivale a unos 2,360 contagios en una población de 9.7 millones. También advirtió que predomina el serotipo 4 del virus, considerado de mayor riesgo por su potencial de causar formas hemorrágicas y mortales en quienes ya han padecido otra variante.
“Estamos preparados para asistir”, aseguró la funcionaria, quien confirmó además que tres personas han muerto por dengue en lo que va de 2025.
Actualmente, el chikunguña circula en 12 de las 15 provincias del país, mientras que el dengue y el oropouche mantienen una presencia similar, aunque sin datos actualizados. Peña adelantó que en las próximas “dos o tres semanas” el Gobierno desplegará coches fumigadores en las zonas más afectadas.
El aumento de estas enfermedades ocurre en medio de una grave crisis económica que ha reducido la frecuencia de fumigaciones y recolección de basura, favoreciendo la proliferación de mosquitos. A ello se suman los apagones prolongados, la escasez de agua potable y la falta de combustible, factores que han deteriorado las condiciones sanitarias.
La viceministra reconoció que las cifras reales podrían ser mayores, ya que muchos hospitales carecen de pruebas diagnósticas y parte de la población evita acudir a los centros médicos debido a la falta de medicamentos y al deterioro del sistema de salud.
A finales de septiembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. emitieron una alerta de viaje por la propagación del chikunguña en Cuba.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el país ha reportado más de 3,000 casos de dengue en al menos dos años de la última década, reflejando una tendencia cíclica de brotes que ahora se agrava por la crisis estructural que atraviesa la isla.