
1.- En nuestro país se presentan situaciones en las que hay que estar despabilado, vivo y muy despierto para no pasar como apagado y torpe.
2.- Aquel que aquí no se mueve con habilidad y rapidez, fácilmente lo toman como un lerdo, tarado para comprender lo que ocurre a su alrededor.
3.- No obrar con agilidad, comportarse calmoso de mente convierte a la persona en un desatinado, en un despropósito, en alguien adecuado para pasar como un absurdo.
4.- La agudeza de ingenio en el quehacer político ha convertido al medio dominicano en un lugar propicio para que la persona desarrolle sus actividades apegadas al disimulo, a la astucia.
5.- En la República Dominicana, el truchimán, el astuto y poco escrupuloso, sabe jugar con el concepto de soberanía nacional y lo maneja conforme sea de su conveniencia ideológica.
6.- Aquí vino Marco Rubio, y tomó el territorio nacional como base para hacer pronunciamientos contra países hermanos e hizo la función de alguacil incautando un avión propiedad de Venezuela.
7.- Con el proceder de Marco Rubio, la soberanía nacional se fue al carajo en la mente de los patrioteros que, ante el bochornoso hecho, no dijeron ni pío y guardaron un silencio sepulcral.
8.- Pero ocurre que los mismos actores de la demagogia del patriotismo se convierten en celosos defensores de la soberanía ante la presencia aquí de un inmigrante haitiano negro y pobre.
9.- Al parecer, nuestro país cuenta con una soberanía nacional que puede ser burlada por cualquier representante de los Estados Unidos de Norteamérica, y otra que es defendida ante un haitiano de los que vienen a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario.
10.- En la mente de nuestros niños se les va a crear tremenda confusión al no saber a qué atenerse cuando se les hable de soberanía nacional, que puede ser pisoteada por el imperio o reverenciada ante los haitianos.
11.- A la niñez dominicana hay que formarla con la idea de que soberanía es poder, autoridad y autonomía en los asuntos internos y en las relaciones exteriores de nuestro país, incompatible con la intervención de fuerzas ajenas, contrarias a los intereses del pueblo y el progreso social.
12.- La soberanía nacional dominicana ha sido menguada, empequeñecida, disminuida por la política imperial de los intereses monopolistas norteamericanos.
13.- No tienen nada de coherencia en sus sentimientos patrióticos aquellos dominicanos que de sus gargantas salen palabras hirientes para fastidiar a los inmigrantes haitianos negros y pobres, pero ponen por delante la soberanía nacional para santificar a quienes la han mancillado.
14.- El verdadero patriotismo está en el amor a la patria, la fidelidad al pueblo trabajador, a sus mejores tradiciones democráticas y la defensa de su patrimonio material y cultural.
15.- A las dominicanas y a los dominicanos nobles hay que advertirles que no deben dejarse confundir por aquellos que aquí esconden su racismo y odio a los haitianos negros y pobres levantando, falsamente, la defensa de nuestra soberanía.
16.- La soberanía nacional dominicana es una y debe ser preservada; salir en su defensa, estar siempre de su lado y dar la cara por ella, nunca desampararla ni utilizarla con fines perversos.