El fin de semana de San Valentín no fue precisamente “miel sobre hojuelas” para el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien en un abrir y cerrar de ojos vio cómo cuatro funcionarios de su gobierno se bajaron del barco, en momentos en que crecen las voces para que el burgomaestre renuncie.
Además de las acusaciones en su contra por presuntos actos de corrupción, su ahora evidente compadrazgo con la administración Trump y el llamado del Departamento de Justicia federal a que se le retiren los cargos penales, alborotaron más el avispero. La Ciudad está a punto de vivir 10 meses llenos de una montaña rusa de implicaciones, si desde Albany se le empuja a Adams a que se vaya antes de terminar su mandato.
Y es que la salida de la administración municipal de vicealcaldesas como Maria Torres-Springer, Anne Williams-Isom y Meera Joshi, dedos principales de la mano derecha del Alcalde, pusieron a Adams todavía más bajo los reflectores que lo miran con lupa, hasta el punto que la propia gobernadora, Kathy Hochul, quien se había mostrado como aliada del mandatario local, se sentara este martes a evaluar “el camino a seguir” con opciones de pedirle la renuncia al político o destituirlo.
La jefa del Estado mencionó que su objetivo es asegurar la “estabilidad” para la Gran Manzana, por lo que buena parte de los actores políticos de la Ciudad y analistas creen que Adams tendría los días contados en el poder.
Sin embargo, según los estatutos de la Ciudad, un proceso de remoción de un alcalde requiere un proceso en el que la gobernadora tendría que notificar a Adams sobre los “cargos” que considere que justifican su despido y luego se le daría la oportunidad de defenderse antes de quitarlo del mando.
“Si sienten que no pueden servir en el gobierno de la Ciudad en este momento, eso plantea serias preguntas sobre el futuro a largo plazo de esta administración de la Alcaldía”, dijo la Gobernadora al referirse al impacto que genera la partida de las vicealcaldesas, mostrando que su norte parece estar hacia la remoción del mandatario. “La presunta conducta en la Ciudad que se ha denunciado durante las últimas dos semanas es preocupante y no se puede ignorar”.
Fuente: El Diario