La Corte Suprema de Brasil alcanzó este miércoles una mayoría de votos para modificar el enfoque actual sobre la responsabilidad de las plataformas digitales respecto a los contenidos publicados por sus usuarios. La decisión busca endurecer las regulaciones en torno a la difusión de desinformación y discursos de odio en redes sociales.
El debate gira en torno a un artículo del Marco Civil de Internet, vigente desde 2014, que establece que las plataformas solo pueden ser responsabilizadas por contenidos ilícitos si desobedecen una orden judicial de eliminación.
Con seis de los once magistrados a favor, la mayoría considera que las empresas tecnológicas deben actuar de manera proactiva en la detección y remoción de publicaciones ilegales, sin necesidad de intervención previa de la justicia, lo que marcaría un cambio significativo en el modelo actual.
Cuatro jueces aún deben emitir su voto, mientras que uno se pronunció en contra del cambio. La resolución tendrá efecto vinculante en futuras decisiones judiciales.
Este proceso se desarrolla en paralelo al juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro y exfuncionarios de su gobierno, acusados de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2022. Según la fiscalía, se utilizaron redes sociales para difundir información falsa sobre el sistema electoral y justificar acciones antidemocráticas.
El debate sobre la regulación de las plataformas ha cobrado mayor relevancia desde agosto de 2024, cuando el juez Alexandre de Moraes ordenó bloquear la red social X (antes Twitter) por desacato a decisiones judiciales. Elon Musk, propietario de la plataforma, accedió a las exigencias luego de 40 días de suspensión del servicio en Brasil.
El caso ha generado tensiones internacionales. El entorno de Bolsonaro ha denunciado una supuesta persecución judicial, mientras que el gobierno estadounidense bajo Donald Trump ha considerado posibles sanciones contra el juez Moraes.
El fallo definitivo de la Corte Suprema aún debe establecer los mecanismos específicos de sanción para las plataformas que no actúen ante contenidos ilegales.