
Voluntarios del refugio Sweetie’s Rescue, en Ontario (Canadá), descubrieron que un conejo rescatado había cambiado de color tras vivir con un fumador.
Cuando ingresó al refugio, el animal tenía el pelaje marrón y un fuerte olor a nicotina. Sin embargo, tras varios baños y un recorte, reveló su verdadero color: blanco.
Los rescatistas explicaron que el humo acumulado durante años había impregnado su pelaje. Advirtieron a los dueños fumadores que lo hagan siempre fuera de casa para no afectar la salud ni el bienestar de sus mascotas.