Las condiciones de salud que mantienen al papa Francisco hospitalizado desde hace más de un mes, provoca que el Vaticano deba pensar en un "Plan B" para las actividades litúrgicas y pastorales de Semana Santa, uno de los tiempos más activos en el quehacer de la Iglesia Católica.
Aunque las fuentes vaticanas han indicado que el Pontífice sigue mejorando, se espera que luego de abandonar el hospital Gemelli deberá pasar una larga convalecencia en su residencia, la Casa Santa Marta, por lo que no podría integrarse al 100 % a las actividades marcadas tradicionalmente en la Semana Mayor.
La oficina de prensa de la Santa Sede ha precisado que por el momento no hay nada decidido y que las especulaciones que aparecen estos días en los medios sobre cómo se desarrollarán los ritos de la Semana Santa vaticana "son sólo hipótesis".
La neumonía bilateral que mantiene a Francisco ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero está "bajo control", en la última actualización médica, el Vaticano informó que el Santo Padre ya había abandonado la ventilación mecánica.