
El Tribunal Colegiado de San Pedro de Macorís condenó a 30 años de prisión a Melvin Reyes Rodríguez y Yensi Martínez Tiburcio, hallados culpables del asesinato de Andrew Reniel Jesús Aguilera Tovar y del intento de homicidio y tortura contra Luis Miguel Santana, en un hecho ocurrido en diciembre de 2019 en Juan Dolio, municipio Guayacanes.
La sentencia se dictó en respuesta a la solicitud del Ministerio Público, representado por las fiscales Katherine Vallejo Herrera y Antonia Idalia Jiménez Esteves, quienes demostraron la responsabilidad penal de los acusados.
El crimen ocurrió la madrugada del 30 de diciembre, cuando ambos procesados se presentaron a un hotel donde laboraban las víctimas, obligando a Aguilera Tovar a subir a una jeepeta blanca en la que fue secuestrado y posteriormente asesinado.
Según lo establecido por el tribunal, los hechos constituyen violaciones a los artículos 266, 295, 297 y 302 del Código Penal Dominicano, así como a los artículos 66 y 67 de la Ley 631-16 sobre armas y municiones.
Ambos malhechores regresaron al hotel alrededor de las 4:00 de madrugada y en esta oportunidad obligaron a Santana a abordar el vehículo, en el cual lo trasladaron hasta un vertedero de Juan Dolio, donde le mostraron el cuerpo sin vida de Aguilera Tovar.
En el mismo lugar, el procesado Reyes Rodríguez le disparó a Santana, produciéndole herida por proyectil de arma de fuego con entrada en la región del hombro izquierdo y salida en la cara anterior del cuello.
Al ver que el disparo no le quitó la vida a la víctima, y que ya no contaba con más balas, el agresor montó a Santana nuevamente en el vehículo y se trasladó hasta Santo Domingo, donde en un área de la avenida Bolívar, dentro del vehículo, intentó ahorcarlo con un cable de teléfono que terminó rompiéndose y esto evitó que pudiera quitarle la vida.
Al fallar en este intento, Reyes Rodriguez regresó al hotel en Juan Dolio, donde recogió a Martínez Tiburcio, y ambos se trasladaron a una zona montañosa en la carretera de San Pedro de Macorís, donde torturaron a la víctima.
Ante las súplicas de la víctima, Reyes Rodríguez decide perdonarle la vida, con la condición de que Santana lo lleve a casa de su madre, como un método de amenaza para asegurarse de que no denunciará lo ocurrido.
En este proceso, Reyes Rodríguez decide regresar al hotel para cubrir las heridas de la víctima, a quien se negó llevar a un hospital, y envía a Martínez Tiburcio a lavar el vehículo, quedándose dormido, lo que aprovechó la víctima para escapar y denunciar los hechos.
Por disposición de los jueces Juan de la Cruz Rijo Guillamo, Bethania del Carmen Conce Polanco y Katherine Santana Mejía, ambos procesados cumplirán la condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís (CCR-11).